Opinión

No pedimos héroes…


Por Jorge Azócar
· Desde Buenos Aires


En Sudamérica, Venezuela está siendo observada con detenimiento. Los afines al gobierno de Maduro que opinan desde el extranjero, se preocupan porque un tercer mandato consecutivo de cualquier gobierno no es sano para ninguna democracia. Los que odian a Maduro denuncian sin atenuantes una dictadura, una dictadura votada por más de 6 millones de personas.

 ¡Fraude! Se apuran a decir… Es como mínimo sospechoso… Y más sospechoso aún que la oposición a Maduro haya presentado pruebas de su victoria a través de sobres llenos de actas de mesas de votos, donde se aseguraba que había ganado el candidato opositor a Maduro, fueron a buscar esos sobres y al abrirlos no había nada. Todas las actas estaban vacías.

 En Argentina existen 2 frentes de atención. En uno, el de más interés público, se supo que el exPresidente de Argentina, Alberto Fernández, golpeó a su esposa y exprimera dama de Argentina durante su mandato, Fabiola Yáñez. Todo trascendió por fotos que ella misma envió a un asesor de Fernández. El escándalo sale a la luz ahora, que se conocieron fotos de miembros del actual gobierno de Milei con presos condenados por violencia estatal y crímenes de lesa humanidad.

Argentina se desangra entre el horror y el espanto. No hay líderes políticos, no hay ideales, no hay ni siquiera una lucha de poderes entre la izquierda y la derecha, esto sólo se resume a una oscura competencia inmoral, donde todos sacan provecho para establecerse como la reserva moral de una nación, en tiempos en que nadie pidió jueces, nadie pide héroes, la Argentina está pidiendo a gritos, criterio y sentido común para su clase política. 

Madurez política en tiempos de crisis sería ideal para estos malos tragos.

Económicamente hablando, no se ve luz al final del túnel. Políticamente hablando, solo es caos, tristeza y desazón. El foco de atención es Alberto Fernández y su anunciada muerte política. Todos los canales de TV y radios de Buenos Aires hablan del tema.

Me recuerda aquellos tiempos cuando la opinión pública hablaba de Vietnam, el desperdicio de vidas en nombre del anticomunismo. Al tomar en cuenta el gasto de dinero en una guerra perdida, automáticamente, el cambio de rumbo fue gigantesco, la prensa se entretuvo con otros temas. Al lado de Vietnam, en esa misma época sucedía uno de los genocidios más grandes del siglo XX. Nunca se habló de eso, porque el que llevó a cabo ese genocidio fue aliado de EEUU. El genocida Pol Pot. Hasta hoy, a veces, le pregunto a alguien si sabe quién es Pol Pot y cuántas muertes causó. Es un tema tabú. La prensa nunca cubrió el tema. Nunca nadie reconoció el error. Para mí es el paradigma de lo que se puede mostrar y ocultar en una época marcada por la violencia.

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