La Poesía es el Mayor de los Encuentros(*)
Por José Mansilla C.
Académico Correspondiente por Coyhaique
Academia Chilena de la Lengua
“La Poesía no sirve para nada, me dicen”, señala el poeta Elicura Chihuailaf Nahuelpán, afirmación que en su larga trayectoria se ha convertido en todo lo contrario. En efecto, es una voz que tiene incidencia mundial, pues no trata de preocupaciones locales, sino que de ocuparse del detrimento en que se encuentra el planeta y de cómo salimos de esto, atendiendo a comunidades sensibles y, ojalá, a gobernantes dispuestos a desplegar su lucidez en procura de mejores épocas.
La poesía de Elicura contribuye a que la sociedad conozca mejor al Pueblo Mapuche, ya que transmite su cosmovisión desde sus protagonistas y su relación con la naturaleza y por sobretodo, deja de manifiesto que es un pueblo que siempre ha abogado por la paz y que se encuentra muy lejos de esa adjetivación histórica que los señala como beligerantes.
La calidad poética no consiste solamente en la creación de textos que constituyan un universo lingüístico de por sí estéticamente luminoso y autorreferenciado… En verdad, debe necesariamente “provocar”, es decir, apelar a las voces y respuestas de otros para que haya reflexiones, estados de contemplación de seres humanos y dominios naturales, y juntos determinar los nortes que colaboren hacia una mayor toma de conciencia, tanto en forma individual como de manera colectiva.
Los 15 libros publicados, las numerosas presentaciones en diversos países del mundo, las conversaciones con alumnos y adultos en distintos lugares de Chile: todo ello corona sus 40 años en actividad continua como comunicador y oralitor cultural.
Asimismo, ha sido notable la tarea de traducción de su obra a distintos idiomas, entre otros, inglés, francés, portugués, guaraní, euskera, ruso o chino mandarín. Entonces: ¿qué habrá en estos textos que concitan el interés de diversos públicos y culturas? Desde luego, no es el mero acto de traducción… es la comprensión de que son temas que atañen al género humano, es el canto poético que nace desde las entrañas de la tierra y busca acercarse al jardín de las distintas expresiones, donde, y citando a Elicura, ninguna cultura es mejor que otra y todas pueden ofrecer lo más relevante de ellas, con el propósito de construir una alta fraternidad entre personas que habitan la misma casa, el oikos, ya previsto por los griegos y otros adelantados e iluminados de otro tiempo.
Sus textos poéticos se citan y se leen de continuo. Muchos de ellos son patrimonio de artistas y cantores, que componen músicas para sus letras y difunden también el idioma mapuche como parte integrante de esa cultura, que debemos y podemos conocer mejor. Lo mencionado se refrenda de manera evidente, cuando en el Día Mundial de la Poesía 2020, la señora Audrey Azoulay, directora general de Unesco, cita a Elicura y concuerda con él, que vivimos un tiempo de supervivencia planetaria y que por consiguiente, existe un vínculo poderoso entre el saber indígena y la protección de los Ecosistemas.
Y entonces ¿no debiéramos ya reconocernos en la hermosa morenidad que nos propone Elicura? ¿Y a su vez, limpiar el vapor que se ha fijado en nuestros espejos y extender la mirada, de forma diáfana, hacia nuestras verdaderas identidades? … Después de todo, 341 premios nacionales en Artes, Humanidades y Ciencias que no han considerado a artistas de los pueblos originarios hasta ahora, puede constituir en este tiempo un cambio significativo y un encuentro notable con la chilenidad y el país profundo que todos buscamos habitar.
(*) Anna Ajmátova.