Opinión

[OPINIÓN] Dejar de “engordar a Santiago”


 

Por Marcio Villouta A. @marcio_villouta 
Ingeniero Forestal –
Diplomado en Desarrollo Económico Local

 

Entendemos por desarrollo económico local a las dinámicas que experimenta un territorio y que dependen del recurso humano, agregación de valor y creación de valor, de la gestión de sus activos y de la formación de redes en el sistema productivo a nivel local, que permiten el crecimiento económico, independiente del enfoque de mercado que el sistema tenga (mercado interno o de exportación) y del sistema económico imperante.

…prefiero que no seamos desarrollados y nos preocupemos mejor en distribuir más equitativamente, de reconocer en la diversidad de nuestro territorio y de la posibilidad de crecer produciendo, de descentralizar la toma de decisiones y garantizar el desarrollo de las regiones y no seguir «engordando un Santiago» que lo único que hace es facilitar que se siga reconociendo también a nuestro país como un territorio desigual…»

 

Sin embargo, para que este desarrollo sea sostenible en el tiempo, se debe agregar el concepto de la sustentabilidad en cuanto al uso de los recursos disponibles en el territorio, del manejo de las externalidades producidas por el sistema productivo, con especial énfasis en la capacidad de carga del territorio y de la compatibilidad de las actividades en el mismo.

 

Así, como concepto, no estaría completo sin el resguardo de la equidad, derechos de la comunidad y de la responsabilidad social de las empresas insertas en el territorio, como también de la distribución justa de los beneficios económicos generados por la producción y de la compensación económica de las actividades al territorio y sus comunidades, expresada en recursos inyectados al territorio para fomentar su desarrollo, más allá del ámbito productivo.

 

El Desarrollo Económico Local es un proceso reactivador de la economía y dinamizador de la sociedad local, que mediante el aprovechamiento eficiente de los recursos endógenos (internos) existentes en una determinada zona, es capaz de estimular su crecimiento económico, crear empleo y mejorar la calidad de vida de la comunidad local. En cuanto a las dinámicas que experimenta un territorio, una de las más interesantes de estudiar es el mercado del trabajo, que en su forma global muestra el nivel de relaciones entre la oferta laboral y su demanda en cada una de las comunas, esto permite determinar el grado de acoplamiento de la fuerza de trabajo en las dinámicas productivas del territorio y proponer medidas correctivas cuando la oferta de la fuerza de trabajo no se ajusta a la demanda del mercado laboral existente.

 

Cuando ya nos acercamos a los próximos comicios del año 2020, en que se elegirán a las autoridades de carácter municipal, y también la nueva figura de Gobernador Regional, es muy probable que nos volvamos a  encontrar con discursos y candidatos de todo tipo, promesas sobre lo necesario de modificar el modelo de desarrollo de nuestro país y región, de la desigualdad y de muchos temas relacionados con la forma de administrar mejor nuestros recursos, sean estos naturales o bien nuestra mayor riqueza, nuestra gente.

 

Cabe señalar en este último punto, que hoy la ciudadanía está empoderada y tiene una mayor capacidad de analizar y es mucho más fácil encontrarse en procesos de participación ciudadana que permiten a la comunidad levantar la voz e inmiscuirse en la toma de decisiones. Y aunque nuestra normativa actual, la ley 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública no existe una directa relación en los procesos participativos con los planteamientos comunitarios y la futura implementación de una política pública, es tan o más importante para encaminarnos al desarrollo inclusivo y sustentable que todos anhelamos, debamos hacer cumplir la palabra comprometida o la promesa hechas en campaña.

 

Para cerrar esta columna quiero citar lo señalado  en el prólogo del libro «Chile mirado desde las regiones», donde Joan Prats Catalá plantea la frase que mejor describe lo importante del desafío  del desarrollo local, “Chile será descentralizado, o no será desarrollado”, lo que involucra el desafío de impulsar el desarrollo de los territorios reconociendo su identidad particular y cultural propia, lo anterior no solo permitirá que cada territorio fortalezca sus características propias, sino también disminuiría la migración de jóvenes desde sectores rurales a áreas urbanas y como consecuencia se potenciara el desarrollo económico local.

Con frecuencia es sencillo encontrar que para explicar nuestro estadio de situación económica como país  se utilice el  Producto Interno Bruto (PIB)  de Chile como ejemplo en América latina, incluso algunos se aventuran a  señalar que nuestro país está en el umbral de ser un país desarrollado, pero más importante es que nos  preocupemos no solo de un indicador macroeconómico que expresa el valor monetario  de la producción de bienes y servicios del país durante un período determinado de tiempo.

No resulta necesario preguntarnos ¿no debiéramos cuestionarnos sobre el modelo de gestión en el cual como sociedad estamos inmersos?, o por ejemplo consultarnos  ¿si para ser desarrollados debemos distribuir mal nuestra riqueza?, porque si es así, prefiero que no seamos desarrollados y nos preocupemos mejor en distribuir más equitativamente, de reconocer en la diversidad de nuestro territorio y de la posibilidad de crecer produciendo, de descentralizar la toma de decisiones y garantizar el desarrollo de las regiones y no seguir «engordando un Santiago» que lo único que hace es facilitar que se siga reconociendo también a nuestro país como un territorio desigual, pero como en todo existen luces y sombras, y por sobre todo existe la oportunidad de, sin duda, invertir y crear las condiciones para que todas las personas, sin distingo de edad, condición social y/o étnica, ni de su condición territorial, puedan desarrollar en plenitud todos sus talentos y capacidades, en cada una de las comunas y regiones del país, para que éstas puedan atraer, retener y formar capital humano calificado motivado para aportar a sus procesos de desarrollo.

 

2 comentarios en «[OPINIÓN] Dejar de “engordar a Santiago”»

  • Lo más importante es que las regiones podamos decidir sin preguntar a Santiago, y para eso aparte de un gobernador electo tenemos que tener respaldo financiero y que los grandes impuestos se paguen en ausencia y dejemos de subsidiar al norte

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  • el ahora seremi del mop nestor chico sonrisa maricona mera, va a colocar en un carguito al hijo de ex alcalde de río ibáñez Luis Emilio Alacón , lacayo de sandoval quien es amo de nestor mera, es decir, fue bien corta la vuelta y los puestos publicos importante siguen siendo ocupados por politicos y sus hijos, como el mismo piñera, dejando fuera de concurso a mas de 100 concursante al puesto de los cuales se burlaron groseramente. Es de esperar que le de verguenza a este joven y le gane a alguien primero luego de aspirar a buenos trabajos.

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