[OPINIÓN] «Economía Circular», el nuevo paradigma que debemos hacer realidad
Por Marcio Villouta A. @marcio_villouta
Ingeniero Forestal – Diplomado en Desarrollo Económico Local
La evolución de la economía global ha estado dominada por un modelo lineal de producción y consumo, en el cual se fabrican productos a partir de materias primas que luego se venden, se utilizan y, a continuación, se desechan como residuos, esto ha tendido al deterioro inevitable de nuestro entorno, sin duda, ha sido el elemento fundamental del desarrollo industrial y ha generado por años un nivel de crecimiento sin precedentes.
Cuando hablamos del cambio del sistema económico actual en que impera el libre mercado junto a los grandes poderes corporativos, es necesario establecer un marco político que impulse el cambio a una economía eficiente en el uso de los recursos».
Pero este tipo de economía va en retirada en países que se precien de ser responsables por el medioambiente y la sustentabilidad de sus economías, es por tanto en muchos casos la consecuencia de políticas que están dirigidas a mitigar y/o detener los impactos negativos y el deterioro en los ecosistemas naturales.
Los desafíos del cambio climático nos obligan a preocuparnos, a pensar en cómo tratamos todo aquello que hoy generamos y consumimos, que en la mayoría de las ocasiones aun termina en un vertedero o en el mejor de los casos en un relleno sanitario, es no solo un desafío sino más bien un imperativo.
Nuestro país está liderando la transición hacia una economía circular en Latinoamérica y lo podemos ver a través de acciones claras y concretas como la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y la ley que elimina la entrega de bolsas plásticas.
Desde hace un par de años, hemos logramos escuchar cómo se ha instalado el concepto de economía circular, ¿qué debemos entender por economía circular?, en general, la idea de este modelo es que los productos o materiales usados a nivel industrial puedan ser recuperados y reutilizados de diversas maneras, lo anterior acompañado de una mejora y preservación del capital natural, optimizando el uso de los recursos y su vida útil. Este modelo económico alternativo no debe ser dejado a la voluntad de la población, y debe ser fortalecido en un marco político y de visión de Estado que permita apoyar este cambio de actitud en el cual debemos ingresar.
Cuando hablamos del cambio del sistema económico actual en que impera el libre mercado junto a los grandes poderes corporativos, es necesario establecer un marco político que impulse el cambio a una economía eficiente en el uso de los recursos. Asimismo, considerar que se debe iniciar con un proceso que evidencie las emisiones de carbono y por ende construir una huella de carbono. Lo mismo en el caso del agua, porque es este último recurso y su ciclo, el cual nos enseña los principios básicos de la economía circular, es decir, cómo debemos de copiar a los ecosistemas naturales y su manera de equilibrar y subsistir.
En definitiva, debemos recordar que existimos para consumir, pero también para identificar y crear nuevas oportunidades de crecimiento económico e impulsar la innovación, la competitividad y el desarrollo sustentable, de esta forma garantizaremos con seguridad el suministro de recursos esenciales, estaremos combatiendo el cambio climático y disminuiremos los impactos medioambientales que hemos dejado en nuestro planeta.
Para poder implementar efectivamente este desafío, se hace necesario que este nuevo modelo económico integre todos los pilares de la sostenibilidad, como también, que incluya a los actores públicos responsables del desarrollo del territorio. En este punto, la Corfo está jugando un rol fundamental propendiendo a instalar el programa de prototipos de innovación en economía circular, e introduciendo el concepto circular al ecosistema emprendedor en Chile, este primer paso, desde lo gubernamental, debe catalizar que las empresas que buscan resultados económicos, sociales y ambientales -así como toda nuestra sociedad- avancen más rápido hacia esta nueva forma de ver la economía y el desarrollo.