FISCALIZACIÓN |  La labor desarrollada a través de 2 experimentados funcionarios de fronteras se reforzó  con sus compañeros caninos detectores puestos fronterizos nacionales.

Con el objetivo de agilizar la inspección de personas y cargas que ingresaron a Chile durante la Copa América, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de la Región de Aysén trasladó hasta el Complejo Integrado “Los Libertadores” a dos miembros de la Brigada Canina regional.

El cometido fue realizado por Max Hernández y Víctor Varas junto a los canes detectores “Braco” y “Eco”, quienes permanecieron en el control fronterizo durante 17 días. El reforzamiento del complejo de la quinta región del país, solicitado por la Dirección Nacional del SAG, fue completado con funcionarios de Magallanes y del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez.

Durante este periodo, se calcula que el flujo de ingreso al país por esta vía fue de aproximadamente 6 mil personas diarias, con un promedio de 600 camiones, 50 buses y 1200 vehículos menores, notable alza comparado a lo recibido normalmente por dicho control fronterizo.

Julio Cerda, director regional del SAG, señaló que la tarea surge “con la necesidad de apoyar el rol fiscalizador del servicio durante este importante acontecimiento deportivo. Labor desarrollada a través de dos experimentados funcionarios de fronteras quienes acompañados por sus caninos detectores reforzaron esta importante puerta de acceso a nuestro país. Convirtiéndose además en una oportunidad que permite a los inspectores obtener criterios y experiencias que fortalecen sus tareas de control en nuestra región”.

Doce horas diarias de trabajo que según relató Max Hernández “fueron una muy enriquecedoras. Los funcionarios locales nos agradecieron por el apoyo que dimos a su región y destacaron haber dado el “ancho” durante estas labores, lo que es muy bueno para nosotros”.

Con respecto al trabajo que desempeñaron los canes detectores durante estos días, Víctor Varas manifestó que “los perros se motivan bastante. Todo va asociado a un incentivo, ya que no se los puede hacer trabajar sin un premio. Mucha inspección de personas que para el perro y nosotros es enriquecedor, una vivencia muy buena y con bastante tiempo para capacitarnos y trasladar experiencia a nuestro día a día acá en la región”.