La presentación se llevará a cabo este sábado 30 de agosto a las 19:00 horas en el salón auditórium de la Universidad de Magallanes y la invitación es abierta a toda la comunidad y los medios de comunicación regional.

Criticado, admirado, con detractores tan convencidos como los adherentes que lo quieren reposicionar como presidente del Partido Socialista de Chile, Camilo Escalona no pasa inadvertido y su figura es reconocida por todo el espectro político.

Militante desde los 13 años, a los 18 ya era exiliado por la dictadura de Augusto Pinochet, 8 años más tarde de manera ilegal reingreso y bajo la “chapa” Sebastián aportó a la reestructuración del partido desde la clandestinidad, esas son algunas de las razones por la que tituló a su libro, “Duro de Matar” y por la que este sábado y domingo estará en Coyhaique y Puerto Aysén presentándolo a la comunidad.

 

El titulo del ex senador y líder del Partido Socialista chileno es sin dudas más que una analogía a su larga trayectoria política; refleja exactamente su situación actual.

Escalona que pertenece a la tendencia denominada Nueva Izquierda en el Partido Socialista, explicó que “el libro se llama así porque refleja una historia larga, a los 13 ingrese a la juventud Socialista, a los 17 fui presidente de los estudiantes secundarios de Santiago  y eso me situó en un lugar de connotación pública que resultó que a los 18 años ya estaba en el exilio, así que tengo una trayectoria larga”.

“A los 26 regrese clandestinamente a Chile, a los 29 estaba en la dirección del PS durante la dictadura, de manera que he tenido responsabilidades  mucho tiempo que no busque. No era fácil organizar al Partido Socialista en la época de Pinochet, afronte circunstancias duras y de eso me enorgullezco, pero nunca fui trepador. Cuando asumí responsabilidades políticas lo hice en clandestinidad, cuando nadie las asumía y cuando había que tener pantalones”, dice Escalona refiriéndose a parte de su pasado contenido en su nuevo libro.

En relación a la actualidad y el análisis contenido en las páginas de “Duro de matar”, el líder de la Nueva Izquierda plantea que “yo siento que se han distorsionado mucho valores en la vida política y si piensa como una especie de carrera que tiene como propósito sólo escalar posiciones personales, se ha producido un cambio en los valores y eso trata en el libro. Se piensa que la democracia fue un arreglín, un acuerdo en algún lugar oculto, no fue así, fue un duro esfuerzo para conseguir la derrota política y moral de la dictadura, su aislamiento internacional y su derrota social”.