El hecho ocurrido en horas de la madrugada del viernes, quedó al descubierto alrededor de las 08:30 horas por parte de uno de los trabajadores de la empresa de encomiendas y giros.

Mientras la Agrupación de Robos de Coyhaique ha cifrado en más de 50 las cajas fuertes y de valores que en el último año han sido extraídas de manera especializada sólo en la capital regional, un nuevo hecho de similares características se produjo, y sin aún tener resultados ni la Fiscalía Local ni las policías sobre los posibles autores especializados de estos ilícitos para detener la «ola de robos» que comenzó el verano de 2013.

En esta ocasión, se informó de diversas diligencias de Carabineros en coordinación con la Fiscalía local para lograr el esclarecimiento del robo que afectó a la empresa Chilexpress, desde donde desconocidos sustrajeron –entre otras casas- una caja fuerte la cual contenía alrededor de $1 millón 300 mil entre dinero en efectivo y cheques.

El robo, que habría ocurrido en horas de la madrugada, en el local ubicado en calle Bilbao N° 820, quedó al descubierto alrededor de las 08:30 horas del viernes, tras la llegada de un funcionario, quien advirtió que uno de los accesos había sido vulnerado.

Luego de alertar del hecho al jefe administrativo del local, este se apersonó en la empresa advirtiendo que desconocidos habían sustraído la caja fuerte y un data show desde una de las oficinas, denunciando el hecho a las 08:45 horas a Carabineros de la Primera Comisaría de Coyhaique.

Peritos del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) y la Sección de Investigación Policial (S.I.P) entre otros organismos especializados.

En el lugar se constituyó el Fiscal Sergio Caro, quien dirigió el trabajo de Labocar en el sitio del suceso, quienes realizaron una fijación fotográfica y planimétrica, junto con indagar en la búsqueda de huellas u otro tipo de evidencias que permitan arrojar indicios sobre la identidad y paradero de los responsables de este hecho.

Durante la jornada, personal de la empresa se encontraba revisando las bodegas con la finalidad de detectar si hubo o no sustracción de encomiendas, junto con realizar una evaluación total producto de la comisión de este delito.