COLUMNA EPD: «Appartheid chilensis»
Si para mejorar la Educación vamos a comenzar a fomentar ghettos, entonces para mejorar la Salud tendríamos que hacer un consultorio para los más pobres y enfermos; y otro para los más pudientes y saludables, y en los espacios públicos construir plazas para los que gustan de rayar graffitis y destruir columpios, y otras plazas para barrios en que todos se comportan de manera más “cívica”…
Por Claudio Díaz Peña (*)
cdiaz@elpatagondomingo.cl / @claudio_diazp
El 21 de mayo de 2010, el Presidente Sebastián Piñera anunció una idea de excelencia para mejorar la educación en regiones: la creación de medio centenar de nuevos “Liceo Bicentenario”, liceos que serían “de excelencia”.
La idea es buena. Pero hay formas y formas de hacer las cosas. Un ejemplo es el Liceo Bicentenario de Talagante, Cornelio González, establecimiento que fundado en 2001 y que aunque tiene capacidad para mil 200 estudiantes, hoy solo cuenta con 265 alumnos.
Para recuperar matrícula y adaptarse al proyecto de un “Liceo de Excelencia”, la alcaldía y la Corporación Municipal de Talagante decidieron dividir el colegio en 2 comunidades educativas. Es decir, en el mismo establecimiento, existe hoy una escuela municipal básica con niños de sectores vulnerables, y a la vez un “Liceo de Excelencia” de 7mo básico a 1ro medio, que apunta al programa creado recientemente por el gobierno.
Así, la Escuela Básica Cornelio González y el nuevo Liceo Bicentenario de Talagante quedaron separados por una reja. Es una especie de hermano rico y hermano pobre: los mejores alumnos -los de notas sobresalientes- postularon con pruebas y entrevistas, sólo para estar al otro lado de la reja, a metros de sus compañeros más porros. Una decisión inédita.
Si hasta la división de ambas comunidades escolares es rasca. Estudiantes y profesores, están en esta suerte de Appartheid educacional y social, que en la practica es una estructura de madera, forrada por una reja y una malla de kiwi verde, dividiendo el patio en 2, al más puro estilo de esa Sudáfrica de Mandela que ya quedo atrás.
En Talagante, algunos alumnos y padres ya entienden el esquema, como que hay una categoria del patio –derechamente- para una comunidad escolar “flaite” y otra sección de patio para una especie emergente de alumnos “neo-cuicos”
Pese a que las autoridades de Talagante han aclarado que se trata de una medida arquitectónica y transitoria, mientras se resuelve un nuevo espacio, ¿no hubiera sido mejor convertir a Excelencia la Escuela Cornelio González completa, o escoger otro establecimiento, o construir uno nuevo?
Lo cierto es que se debe tener cuidado en cómo se resuelven las llamadas brechas, para precisamente resolverlas, no para acentuarlas.
Porque si para mejorar la Educación vamos a comenzar a fomentar ghettos, entonces para mejorar la Salud tendríamos que hacer un consultorio para los más pobres y enfermos; y otro para los más pudientes y saludables, y en los espacios públicos construir plazas para los que gustan de rayar graffitis y destruir columpios, y otras plazas para barrios en que todos se comportan de manera más “cívica”…
Eso se llama discriminar, estigmatizar, y el problema es que en Chile hay rejas no sólo en el colegio de Talagante para separar “categorías” de alumnos… Siguen existiendo algunas “rejas” en otros colegios, en el trabajo, en los barrios, en las regiones. Porque también están esas «rejas» sicológicas, culturales, sociales, políticas y económicas que nos rodean y que no siempre se ven a simple vista, son más bien invisibles, y esas rejas son las que más me preocupan porque son las que más perduran, persisiten y las más difíciles de botar…
(*) Es Periodista y Editor de Contenidos de EPD Comunicaciones Ltda.