Martes 27 de septiembre 2011: Columna de Jorge Díaz G.
Una fuerza social «huérfana»….
Por Jorge Díaz Guzmán
jdiazguzman@elpatagondomingo.cl
Desde hace un tiempo, diversos estudios y sociólogos europeos, miran con mucho interés los fenómenos sociales, donde los ciudadanos, cada día y con más fuerza, cambian la agenda de los gobiernos, del sistema financiero y modifican los escenarios que no responden a los análisis clásicos de este tipo de fenómenos.
Algunos estudios hablan de un cambio ‘civilizacional’, de una nueva fuerza social, que puede ser capaz de modificar las relaciones políticas y económicas globales.
En nuestro país, este fenómeno es tangible con la prolongada movilización de los estudiantes secundarios y universitarios, que no sólo ha provocado cambio de ministros y equipos políticos de gobierno, sino que también, ha logrado generar una movilización ciudadana con efectos internacionales. El movimiento estudiantil, es observado desde el extranjero como un fenómeno particular, análogo al de los indignados españoles y de tanta fuerza como los que han generado cambios de regímenes en el norte de África.
Si bien es cierto en nuestro país, estamos lejos de una crisis institucional, como lo hemos dicho en crónicas anteriores, sí estamos en presencia de una ciudadanía que es capaz de manifestarse en las calles y en las encuestas, tanto es así, que el 80% señala estar de acuerdo con las demandas estudiantiles y tiene al Ejecutivo con una percepción de rechazo nunca antes visto.
El surgimiento de esta nueva fuerza social, la levanta como un nuevo actor, digno de analizar cuando se requiere tomar decisiones, ya no sólo basta con tomar en cuenta las variables políticas, el comportamiento de los mercados o determinados grupos de presión tradicionales, como las centrales de trabajadores, y grupos corporativos de empresarios y gremios. Hoy, la variable más importante que es la ciudadana; una fuerza inorgánica y sin rostro, que se comunica y organiza a través de la redes sociales por los más diversos motivos y que tienen un factor común, los principios y fundamentos éticos que los mueven, los mismos que suponen los ciudadanos; ha sido abandonada por los referentes políticos y sociales clásicos.
Este martes, sin ir más lejos, se dio a conocer la encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), estudio de opinión que suponía podía entregar mejores guarismos al gobierno, producto de los logros alcanzados con medidas como el fuero maternal, el descuento de 7% de salud para los jubilados, los buenos números de la economía y los cambios que realizó en sus equipos ministeriales. Sin embargo, la sanción ciudadana refleja, que por variables distintas a la gestión, el ciudadano común sigue enojado con la clase política y le da 4 puntos menos al Presidente, dejándolo en escuálidos 22 puntos y peor calificación para la oposición. Es decir, la opinión ciudadana es la que en definitiva sanciona o aprueba a la clase gobernante y cambia los escenarios, lo propio ocurre en el ámbito económico, que no obstante las alentadoras cifras mostradas por nuestra economía, 7 de cada 10 chilenos, suponen que la crisis mundial es inminente y por lo tanto no se atreven a invertir ni tomar riesgos económicos de ninguna naturaleza.
Lo que deben considerar hoy, quienes están en la elite política, económica y social, es que hoy los ciudadanos tienen su propia percepción de la realidad, y en función de ello toman sus decisiones y no al revés.
De lunes a viernes, de 14 a 15 horas, por www.radioventisqueros.cl/radio_online.html