Opinión

Crónica “Después D” – Martes 19 de abril 2011

El enemigo interno

Por Jorge Díaz Guzmán
jdiazguzman@elpatagondomingo.cl

Escucha el programa Despues D – Martes 19 de abril 2011

Los  ministros de Transportes, Felipe Morandé; de Defensa, Jaime Ravinet; del Trabajo, Camila Merino; de Energía Ricardo Raineri, y hoy la ministra de Vivienda, Magdalena Matte; diversos subsecretarios y embajadores, la intendenta del Bío Bío y de Magallanes, entre otros altos funcionarios, han renunciado por diversos motivos, a poco más de un año de gestión gubernamental. Sus renuncias o alejamiento del equipo del Presidente Piñera surgen a partir de conflictos internos, relacionados con sus actos u omisión de normas de la administración del Estado.

La profesionalización de la administración pública, no necesariamente significa que las personas que ejercen determinados cargos directivos tengan variedad de títulos y postítulos de las universidades nacionales y extranjeras. El trabajo de administración técnico política en el gobierno requiere de personas que tengan formación y conocimientos del área que administran, obviamente, pero además, algo más importante aún, una vinculación con la ‘cosa pública’ a través de lazos con la política, entendiendo como tal la noble actividad de trabajar, desde la mirada  ideológica, para contribuir a la construcción del modelo de sociedad que se sueña. Encontrar personas que cumplan con el perfil profesional requerido y que, además, tenga una suficiente cultura política, para sentirse comprometidas con el ideario, que motiva la acción de gobierno, es el problema principal que ha enfrentado la actual administración.

De hecho aún continúan en importantes cargos, funcionarios directivos, de gran responsabilidad, que provienen de administraciones anteriores, es decir, de los gobiernos de la Concertación.

Pareciera que la Alianza, no logra terminar el proceso de aprendizaje que requiere una actividad tan compleja, como es gobernar un país. Una cosa es «sentirse de derecha», con toda la carga ideológica que eso significa en una sociedad como la nuestra y otra es que esa persona tenga el insumo ideológico para actuar políticamente como tal. No se trata de llevar la gestión gerencial, a la administración del estado.

De ahí, entonces, que la mayor dificultad que ha tenido que enfrentar la actual coalición de gobierno, es la escasa experiencia gubernamental: La plana mayor de la derecha orgánica ha estado, y está, hace 20 años en el Congreso; los «sargentos», como suelen definir a los mandos intermedios de los partidos gobernantes, están liderando los municipios y, la otra parte, ha estado hace 35 en la gran empresa nacional. Es decir, muy pocos haciendo gestión pública y los que han estado construyendo la plataforma ideológica, tienen una mirada crítica de lo que hace el Presidente Piñera. Hace unos días Luís Larraín, director del Instituto Libertad y Desarrollo, el centro de estudios más representativo del ideario de la derecha chilena señaló: «Hay ciertas políticas públicas en las cuales el Gobierno no está siendo fiel a lo que ha sido el ideario de los sectores de centro-derecha y está tomando banderas de lo que ha sido la Concertación«.

En este cuadro, donde se evidencia una ausencia ideológica clara en la gestión de gobierno, la falta de una hoja de ruta y relato político, como reclamó hace una semana el senador de la UDI, Pablo Longueira, se enfrenta el día a día en el Palacio de La Moneda. Su preocupación principal es la contención, la administración de conflictos generados si mismos y las  continuas disputas a partir de las contradicciones internas.

De lunes a viernes, de 14 a 15 horas, por  www.radioventisqueros.cl/radio_online.html

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