Historiadores y el ‘far west’ en la Patagonia
El seminario sobre Historia Social y Política de la Patagonia Chileno Argentina que tendrá lugar por estos días en Coyhaique, aparte de inédito, espera dar luces sobre nuestro pasado, pero también sobre nuestra presente y futura identidad.
Por Claudio Díaz P.
Karl Marx decía que “los seres humanos hacen su propia historia, aunque bajo circunstancias influidas por el pasado”. Y precisamente esa premisa es una de las tareas de lo que denominamos Historia, esa capacidad de aprender el pasado, para entender los escenarios actuales o futuros es parte de la tarea que los historiadores buscan develar.
Entre el 26 y 28 de este mes, el tema se expondrá y debatirá para ponernos al día con el V Seminario Encuentro con Nuestra Historia, donde tendrá lugar la primera versión en Chile del Congreso de Historia Social y Política de la Patagonia Chileno Argentina, organizada por la Sociedad de Historia y Geografía de Aysén.
El historiador argentino Marcelo Garivati, uno de los invitados a esta cita, nos explica desde Puerto Madryn lo relevante de abordar -cual “máquina del tiempo”- el estudio de la Historia.
“Creo que los encuentros de esta naturaleza, como los que se vienen realizando tanto en Chubut como en la Región de Aysén, desde hace varios años, son de máxima relevancia ya que permiten analizar temas de historia patagónica desde ambas vertientes, la occidental chilena y la oriental argentina, enriqueciéndolos con sus miradas complementarias”.
Gavirati puntualiza que en los intercambios se ha podido reafirmar algo que los historiadores ya percibían desde sus trabajos e investigaciones, “y es la enorme interrelación existente en el pasado entre ambas vertientes, la imbricación de realidades y problemas, como por ejemplo la existencia de espacios sociales, culturales y económicos comunes, y las dificultades que debieron sobrellevar por la lejanía con los respectivos centros políticos o a raíz de la intervención de éstos, por medio de medidas que tendieron a dividir dicho espacio. El investigar y recrear la existencia en el pasado de ese espacio común, nos ha hecho dar cuenta de trayectorias compartidas en las que se fue gestando cierta identidad patagónica que nos engloba y nos aúna”.
Marcelo, ¿cuál es el rol del historiador en el siglo 21, considerando el nivel de acceso a medios, información y fundamentalmente Internet de las actuales generaciones?
Si bien el rol del historiador, esto es dar cuenta del pasado, reflexionar sobre el mismo y tratar de comprenderlo, no ha cambiado, es evidente que este siglo reviste de algunas singularidades como lo son la explosión generada en materia de comunicaciones e informática. Ambas, combinadas, nos brindan enormes posibilidades de, por ejemplo, que yo desde Puerto Madryn pueda comunicarme al instante con Danka Ivanoff, de Chile Chico, o con Mario González Kappes, de Coyhaique, o que los 3 estemos integrados, junto a otros entusiastas de Argentina, Chile y otros países, a un foro virtual llamado precisamente “Historia de Patagonia”. A esta enorme posibilidad que facilita el intercambio de ideas, el compartir datos y también el debate enriquecedor, se agrega la posibilidad de acceder, sin moverte de tu casa, en una región como lo es la Patagonia, acostumbrada a las distancias y las lejanías, a bases de datos documentales y bibliográficas que facilitan enormemente la tarea.
Nos puede adelantar algo del libro que presentará en Coyhaique y que compiló junto a Tegai Roberts…
Bueno, se trata de los diarios de viaje del ingeniero galés, Llwyd ap Iwan, quien fuera el hijo de Michael Daniel Jones, principal impulsor de la colonización galesa en el Chubut.
Ap Iwan realizó 3 grandes exploraciones sobre finales del siglo XIX, entre 1893 y 1897, particularmente en la región del sudoeste del Chubut, noroeste de Santa Cruz y la Región del Aysén, en un momento en que los límites no habían sido aún definidos. Durante sus viajes fue guiado por tehuelches, entre ellos algunos caciques que le narraron historias y leyendas de su pueblo, de gran valor etnográfico, según apunta el etnólogo Rodolfo Casamiquela en las notas que escribiera, especialmente, para esta edición. A este aporte se suma una gran riqueza en cuanto a la descripción de la fauna, de la flora, y de la geografía en general, realizando en este último campo sorprendentes revelaciones, desconocidas hasta su publicación, como lo son el verdadero nombre del lago Buenos Aires-Carrera, el origen de los nombres de los ríos Ibáñez y Fénix, y especialmente la verdadera historia del proyecto original para cambiar la vertiente pacífica de este último río, hacia el Atlántico y sus motivaciones, idea que generalmente se le adjudica al Perito Francisco Moreno, quien finalmente la concretaría en 1898, y que tanto revuelo causara, durante el proceso del laudo arbitral y en los debates geográficos de la época.
Siempre se menciona las andanzas de forajidos del lejano oeste norteamericano, como Butch Cassidy y Sundance Kid en la Patagonia, ¿hay alguna relación o conexión con suelo chileno?
Bueno, a pesar de que en la película de la Fox se ha omitido la presencia de estos personajes en nuestra región, existe una enorme cantidad de historias y leyendas que recogen su paso por aquí, más precisamente su vida como “honrados ganaderos” y “buenos vecinos” en el Valle del río Blanco, Cholila, donde entre 1901 y 1905 fueron muy conocidos de sus vecinos de aquella época, entre los que había, claro, muchos chilenos, además de argentinos, europeos y de otras regiones del mundo.
Cuando Butch, Sundance y Ethel escapan de Argentina, lo hacen por el paso Pérez Rosales hacia Chile, para vender las mejoras y la cabaña a la compañía chilena Cochamó. Danka Ivanoff ha recogido testimonios sobre la presencia en Aysén de algunos personajes que podrían haber estado vinculados con ellos. En nuestra investigación hemos comprobado que Roberto Evans, uno de los asaltantes del Banco de Río Gallegos en 1905, estuvo trabajando por 1907 junto con su compañero Ricardo Perkins, en la Compañía Explotadora del Baker, luego de fracasar en su intento de encontrar minerales en la zona del Lago Buenos Aires. Finalmente, Evans y Wilson, que terminaron baleados en Río Pico, cruzaban habitualmente la “frontera” e incluso tenían un lote para apacentar el ganado al que denominaban el “campo chileno”.
Dos hombres y un destino
El 14 de febrero de 1905 es robado el Banco de Londres y Tarapacá, en Río Gallegos (Santa Cruz), donde los asaltantes se llevan un botín de US$100 mil. Aunque no fueron identificados, se sindica a Cassidy y Kid. Antes que se cumpla la orden de arresto del gobernador de Chubut, los norteamericanos son advertidos, y venden la propiedad en Cholila a la compañía Cochamó de Chile y cruzan Los Andes.
Ya en 1969, el director de la Fox, George Roy Hill, filma la premiada “Butch Cassidy and the Sundance Kid”, (“Dos hombres y un destino”), protagonizada por Robert Redford y Paul Newman.
En la cinta, las 2 pistolas más rápidas del far west son una inseparable dupla de fugitivos asalta-bancos, junto a la atractiva maestra Ethel Place (Etta), con quien se forma un triángulo romántico. El filme muestra el escape de EEUU hacia Bolivia. De hecho, Butch y Sundace se habrían embarcado en el buque Herminius, con destino Sudamérica, para luego de pasar por un hotel de Buenos Aires, llegar a la austral Patagonia argentina en 1902.
En 1999, en el simposio llevado a cabo en Trevelín, el historiador argentino Marcelo Gavirati y los investigadores norteamericanos Anne Meadows y Daniel Buck coincidieron en la hipótesis que establece que los bandoleros habrían sido acribillados por el ejército boliviano en el pueblo de San Vicente, en noviembre de 1908, tras robar remesas de pago de las mineras en los Andes centrales en que trabajaban y luego de una seguidilla de robos en Chile y Argentina, que dejó como legado diversas leyendas en el western patagónico.
Marcelo Gavirati autoridad en historia patagónica, profesional universitario. Siempre esta entregando «novedades antiguas» que alumbran desde el pasado temas actuales. Es importante el diario de los galeses en que se habla del controvertido rio Fenix.