Nueva Zelanda prohíbe celulares en clases: ¿Se debería replicar en Chile?
Priorizar las prácticas de enseñanza tradicionales que permitan a los alumnos volver a conectar con la realidad, es urgente en el actual contexto de hiperconectividad.
Nueva Zelanda anunció la prohibición del uso de teléfonos celulares en colegios, centrándose en la enseñanza tradicional. ¿Debería Chile considerar una medida similar? Según numerosos estudios e investigaciones, el celular no contribuye significativamente al aprendizaje.
Entorpece el aprendizaje y desvía la atención de los estudiantes», menciona Andrea Pardo, académica de la Facultad de Educación de la U. de los Andes.
La restricción de celulares, señala, parece ser una medida interesante, pero debe ser implementada con mediación.
“Al momento de evaluar implementarla, debe ser pactada por la escuela, y comprendida por ésta como un problema. Tiene que ser una medida comunitaria y de escuchar a los padres, porque son ellos quienes compran los celulares a sus hijos”, comentó la académica.
LECTURA VERSUS PANTALLAS
Un estudio realizado por universidades de EEUU e Israel sobre el impacto de la lectura y la exposición a las pantallas en la infancia sugiere que, a mayor tiempo de lectura, mayor conectividad cerebral, mientras que, a mayores horas frente a pantallas, ocurre lo contrario.
En este sentido, Pardo destacó la urgencia de fomentar hábitos como la lectura y actividades que “permitan a los estudiantes conectarse con la realidad y el presente, ayudando a enfocar su atención para mejorar el aprendizaje y la comprensión de contenidos”.
La especialista también abordó el impacto del celular desde la perspectiva de la adicción que provoca.
“Fue diseñado para ser adictivo, ya que proporciona gratificación instantánea; acostumbra a recibir respuestas, likes y a cambiar de imagen constantemente”, explicó Andrea Pardo. Esto, no permite trabajar la voluntad y la espera, tareas fundamentales de las funciones ejecutivas de nuestro cerebro, “ya que la respuesta es inmediata”, setenció; lo que también genera ansiedad en los estudiantes.
Para la académica, es importante que los celulares no existan en los colegios, porque “hoy no se observa que estén siendo usados para el aprendizaje, lo que está entorpeciendo y distrayendo el foco en el aprendizaje”.