Región de Aysén es penúltima en Ejecución Presupuestaria 2022 de todo el país
Según el último informe de Subdere, el Gobierno Regional local fue uno de los 4 que en el país estuvo por debajo del promedio nacional de 98,5%, al igual que en el desempeño mensual y lejos de los $70 mil millones que venía ejecutado desde 2016, pues el total del gasto el año pasado fue poco más de $53 mil millones.
Por Claudio Díaz P. @claudio_diazp
Periodista
Esta semana la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) publicó el resultado completo de la ejecución presupuestaria 2022 de los gobiernos regionales del país. En el detalle, el Gobierno Regional de Aysén se ubicó en el lugar 15°, entre las 16 regiones, con el 93,6% de gasto de $57 mil 79 millones que finalmente tuvo disponibles a utilizar.
De esta manera, el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que administra la gobernadora Andrea Macías Palma junto a los 14 consejeros regionales de las 4 provincias de Aysén, fue el peor gasto devengado el año pasado, después de la Región de Tarapacá.
¿EJECUCIÓN EFICIENTE?
Fue el pasado 11 de enero, cuando aún no se conocía el contexto global del FNDR, el momento en que el Gobierno Regional de Aysén decidió celebrar con aplausos y un destacado hito mediático lo que se denominó una “eficiente ejecución” presupuestaria del 93%.
Enfocándose más en el porcentaje que el monto ejecutado, Andrea Macías desglosó y elogió la cifra, incluso “premiando” a distintas unidades internas, así como entidades públicas y privadas que estuvieron involucradas en los recursos transferidos e invertidos en la zona, a manera de instalar comunicacionalmente que se compartía el reconocimiento por el esfuerzo alcanzado, pero también prorrateando con ello, eventuales críticas que pudiesen surgir, por no llegar a una ejecución más cercana al 100%, como sí concretaron 12 de las 16 regiones.
De hecho, en la ocasión, la gobernadora reconoció que “ha sido complejo en ocasiones, tomar decisiones”, aludiendo a los cuestionamientos que recibió desde la oposición durante el año, en cuanto al lento avance del gasto de la “billetera regional”. Y es que al cerrar el primer semestre de 2022, el mes de junio aparecía con un magro 16,2% de ejecución, y todavía en octubre el GORE no superaba el 35% de esa “eficiencia de gasto” en la región (34,7%). Los números comenzaron a subir, recién en noviembre a un 54,5%, para cerrar en diciembre con el total de un 93,6% ejecutado.
Ello bastó para desplegar frases contundentes como cumplir un “absoluto compromiso con nuestra gente”, y agregando la autoridad: “pero, además, incorporando altos niveles de eficacia, de transparencia, de eficiencia en la gestión de nuestros recursos, nos toca, muchas veces, ‘comernos’ las críticas y lidiar con los tiempos presupuestarios”.
Macías llegó a asegurar al cierre del acto que junto con mejorar los niveles de coordinación, tenía “la tranquilidad que nuestra región ha sido eficiente en la ejecución de su presupuesto, en que hemos procurado tomar las mejores decisiones”. Sin embargo, las cifras demuestran otro desempeño.
FNDR DE SOLO $53 MIL MILLONES
No hay duda, que las cifras regionales revelan la situación de adversidad económica que vive el país, con “caídas” de licitaciones y obras, y dificultades que todas las autoridades en Chile han esgrimido para contextualizar los números a la baja. Pero, ciertamente, es un escenario nacional generalizado y, por tanto, afecta a todas las regiones, probablemente, Aysén ni siquiera sea una de las más impactadas en ese ámbito.
Al alcanzar entonces el 93% de ejecución, se debe notar que habla de un notorio retroceso respecto de cuánto se está invirtiendo monetariamente en la región a través del FNDR. Pues en 2022, el total informado disponible fue de $57 mil millones, o sea, el gasto se tradujo en poco más de $53 mil 400 millones anual, monto menor a los $56 mil millones de 2021 (89,7% de ejecución); y drásticamente más bajo que los casi $70 mil millones administrados en promedio, entre 2016 y 2020, con 97,5% de ejecución en la región.
¿Cómo se logró el 93% de 2022? Básicamente, gracias a una habitual práctica que utilizan los gobiernos regionales en casos de baja ejecución, la de adquirir activos de gran envergadura y que se ubican en la glosa de adquisición de “Activos No financieros” y que sin necesidad de transferencia, habilita al gobierno regional para una compra más rápida a fin de ejecutar gasto, mejorando las cifras y dejando meridianamente contentos a todos. Por ejemplo, con la expedita compra de maquinaria destinada a municipios.
Si bien no es primera vez que se acude a esta estrategia de gasto “exprés” del FNDR, la pregunta es por qué no se realiza antes, y la respuesta se asocia a que es en realidad una medida urgente, de última hora, para incrementar el gasto antes de finalizar el año. De esta manera, se evita devolver más recursos al nivel central y no quedar con cifras de “inversión” que afecten a la ejecución presupuestaria.
Otra medida utilizada, en ocasiones, es recortar el monto global, pasando un remanente vía Dirección de Presupuesto (Dipres) al año siguiente, en otras palabras, al disminuir el 100% del presupuesto anual, el cálculo matemático que resulta es de mayor porcentaje de ejecución, pero los recursos quedan “amarrados” en la región para utilizarlos meses más adelante. Y es así como este año se llegó a disponer de alrededor de $70 mil millones para Aysén, como se visualiza en el y un 54,4% de ejecución respecto de ese monto global, lo cual fue ajustado significativamente hasta los $57 mil millones, al siguiente mes de diciembre y cerrar el año con mejor ejecución.
PRIORIDADES: BOMBEROS POR SOBRE EMPLEO…
No hay discusión en la necesidad de apoyar a entidades de voluntariado como el Cuerpo de Bomberos. No obstante, especial atención quedó de manifiesto, a fines de 2022, cuando en el ítem “Transferencia de Capital”, el GORE de Aysén transfirió la primera millonaria e histórica cuota de recursos a Bomberos por $10 mil millones, aporte directo que ingresó inmediatamente como “ejecutado” al FNDR al tratarse de una institución privada, es decir, sin haberse comprado en diciembre ningún carro bomba o equipamiento con esos dineros Mientras el caso es distinto cuando la trasferencia es a una institución pública, pues ahí se considera recién como “ejecutado”, una vez que el servicio público realiza el gasto y luego lo rinde al GORE y este lo aprueba.
En rigor, la mayoría de los Gores en el país aprobaron estas compras expeditas entre noviembre y diciembre del año pasado, pero con ello 12 regiones superaron el promedio nacional de ejecución (98,2%), incluso varias llegando al 99% ó 100% del gasto de sus “billeteras”, administrando por lo demás montos muy superiores a los que recibe Aysén.
Con todo lo anterior, el FNDR encabezado por el CORE aysenino y la gobernadora regional, no permitió superar el techo del 93%, ya que la ejecución mes a mes durante 2022 fue prácticamente siempre por debajo del promedio país, teniendo en febrero un llamativo 0,0%, una cifra única que no se vio en ningún otro gobierno regional del país, en los últimos 12 meses. Así, el Porcentaje de Ejecución Presupuestaria Mensual de Aysén tuvo un promedio de 7,8% quedando también “al debe” respecto del 8,2% de promedio nacional.
Un último aspecto, entre los innumerables que se pueden desprender del informe de Subdere, es que Aysén mostró un menor monto destinado a una de las glosas de mayor importancia para las Pymes y las familias, el de “Inversión en Obras (Empleo)”, algo que gremios como el de la Construcción, el Turismo y el Comercio, han manifestado permanentemente su preocupación en la zona. Y es que solo $14 mil millones fueron asignados a este ítem en 2022, representando un escuálido 26% del total regional disponible, donde históricamente Aysén ha invertido en rangos sobre el 70% u 80%.
Aquí, la realidad del resto de las regiones, con excepción de Bío Bío que se ubicó en el 20% de “Inversión en Obras (Empleo)”, demuestra asignaciones entre el 40 y 50%, con nuestros vecinos alcanzando, de Los Lagos en el orden del 46%, y Magallanes con un destacado 73%.
¿FALTA AUTOCRÍTICA?
Es natural que la gobernadora Andrea Macías, con 18 meses en el cargo, se esfuerce en relevar su primera gestión del FNDR. Pero las cifras son precisas y muy similares a las que recibió cuando asumió el cargo, en julio de 2021, con la gestión FNDR en un 34% y a cargo de la intendenta y ejecutivo del Gobierno Regional de entonces.
Sobre ello, y en un año en que el país y el mundo estaban en medio de la pandemia COVID-19, Macías fue especialmente crítica, reprochando la baja ejecución presupuestaria de 34%, como “una piedra en el camino”, y cuestionando al Gobierno de Sebastián Piñera por su “falta de autocrítica”, al haber transcurrido la mitad del año y no alcanzar siquiera un 50% de ejecución del presupuesto.
En definitiva, la ejecución 2022 del FNDR en Aysén, lejos de celebrarse o presentarse como satisfactoria, debiera plantear una reflexión profunda y un desafío mayor a las autoridades y sus equipos a cargo de mejorar, junto con el porcentaje, los montos nominales de gasto e inversión en la región, toda vez que respecto de los años anteriores se ha disminuido en casi $17 mil millones en beneficios destinados a las 10 comunas.
En buena parte, es una cuestión claramente cuantitativa, pero al mismo tiempo cualitativa, pues si bien se trata de sumar más recursos, también lo es la pertinencia de decisiones mayormente planificadas sobre mejores destinos de obras y el territorio, cautelando su impacto social al final del ejercicio anual. En tanto, el concepto de eficiencia y eficacia del FNDR debe quedar demostrada, hoy más que antes, con un Gobierno Regional que creó nuevas divisiones y suma más personal, lo cual le permite -en teoría- concentrar más que antes, total y exclusiva dedicación técnica al seguimiento del presupuesto, pero curiosamente los guarismos reflejan que se va retrocediendo en vez de crecer y al parecer tampoco se tiene capacidad de simplemente mantenerse en los rangos históricos.
Teniendo a la mano el ámbito técnico como soporte, entonces la tarea mayor está en lo político, en cuanto al liderazgo y toma decisiones, que -como ha dicho la propia gobernadora regional- radica en ella y los consejeros regionales, y por eso al comenzar un nuevo año, se acerca también la mitad del mandato de las autoridades regionales electas, teniendo tiempo necesario para salir de la autocomplacencia, poniendo foco en construir la conducción y visión de desarrollo que apalanque obras de magnitud acorde a los tiempos, por sobre el discurso, las fotografías o puestas en escena, para reflejar objetivamente una mayor competitividad para la región y esperados beneficios para sus habitantes.
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