[OPINIÓN] Se acabaron las vacaciones…
Por Jorge Díaz G. @jdiazguzmanCom
Comunicador Social y director de ACES Consultores
Un verano donde la política estuvo fuera de Chile; la habilidad del Gobierno y sus voceros de turno fue instalar el debate respecto de la situación venezolana, la crisis política, social y económica de la República Bolivariana, fue una buena “cortina” para que lo doméstico pasara a un segundo plano y la desaparición de la Oposición que cuando sacó la voz lo hizo para sumarse al debate de la política exterior del gobierno; contribuyó a que el verano, efectivamente fuera un “veraneo”…
El presente debiera ser el año del Gobierno, 2019 tiene el presupuesto que el Presidente Piñera implementó, una agenda legislativa propia y por tanto se supone la agenda política tiene que ser dirigida desde La Moneda.
Se nos vino marzo y los temas son tantos que el gobierno y la oposición tendrán fuego cruzado, sin que se note donde está el foco.
El debate en el Congreso estará centrado en la discusión si el Frente Amplio (FA) respetará o no el acuerdo de cómo se instalan las mesas del Senado, de la Cámara y sus respectivas comisiones, dependiendo de cómo se resuelva será la dispersión o no de las fuerzas políticas de la ex Nueva Mayoría con el FA.
Por su parte, el Gobierno enviará una batería de proyectos de ley, que incluye la reforma tributaria, ley de pesca, reforma al código penal, ley orgánica de las Fuerzas Armadas, reforma laboral, ratificación de acuerdos comerciales y la realización de foros internacionales en Chile. En Educación, la ministra Cubillos tendrá un año difícil con iniciativas donde no hay consenso, lo mismo ocurrirá en Salud y en el debate respecto del traspaso de competencias a los Gobiernos regionales.
El presente debiera ser el año del Gobierno, 2019 tiene el presupuesto que el Presidente Piñera implementó, una agenda legislativa propia y por tanto se supone la agenda política tiene que ser dirigida desde La Moneda. No obstante, sabemos, que a partir del segundo semestre el debate se centrará en las regiones y, poco a poco, cada región tendrá su propia dinámica política ya que la elección de Gobernadores/as Regionales será el eje del quehacer local.
Será interesante ver cómo se enfrentará, desde el centro del país, este hecho inédito en la política nacional, que por primera vez tendrá lugar en nuestra historia republicana, y donde las regiones elegirán a través del voto a su primera autoridad regional. Un desafío para los partidos de carácter nacional, que tienen la cultura de “digitar” el quehacer de sus directivas regionales y una experiencia nueva para el Ejecutivo, que tendrá que lidiar con 16 discursos autónomos, versus la agenda del gobierno central.
Este año político, entonces, sin duda será un año friccionado, tanto dentro del oficialismo, donde por una parte tiene un Presidente que no se deja «pautear» por su comité político, que más piensa en la prolongación de Chile Vamos que en el éxito personal de Piñera y, por otra, una Oposición que intentará aglutinarse, pese a la dificultad que muestra el Frente Amplio y la DC.