[OPINIÓN] ¡¡¿Qué le pasa Senador?!!
Por Andrés Gillmore A. @veranadas
Sociólogo, empresario turístico y poblador del Baker
Es indudable que los grandes intereses creados de las grandes transnacionales extranjeras se han dejado caer nuevamente en Aysén y nos hace recordar la defensa que se realizó en su momento para salvar los grandes ríos Baker y el Pascua, cuando HidroAysén los quería intervenir con un proyecto del pasado en el mundo del futuro. En la actualidad, el objetivo de las transnacionales ya no son los ríos, ahora quieren el subsuelo de la cuenca del lago General Carrera, específicamente en las comunas de Chile Chico y Río Ibáñez.
Estas transnacionales extranjeras pretenden hacer en el territorio aysenino todo lo que no pueden hacer en sus países de origen, irrespetando al país y la sustentabilidad de las comunidades que habitan los territorios, contaminando y destruyendo sin pudor alguno, vaciando sus detritos en ríos, lagos, lagunas y humedales e irrespetando la vida de sus trabajadores al hacerlos trabajar en condiciones paupérrimas. Por lo tanto, no queda otra que entrar en batalla por un Aysén sustentable y libre de la contaminación que producen las mineras. Hace unas semanas nos enteramos que la Mina El Toqui fue vendida a capitales australianos e inmediatamente fue multada en más de $1.000 millones por problemas ambientales de forma y fondo. Quedó claro que a los dueños australianos, les resulta más barato pagar la multa que respetar el medio ambiente.
«Tal como en su momento, fue la lucha por una Patagonia Sin Represas. En la actualidad, clamar por un Aysén Sustentable por sobre todas las cosas, se ha transformado en el nuevo cántico de batalla por el futuro regional”.
Poco se entiende que el honorable Senador David Sandoval Plaza (UDI) no sepa que ambas comunas por características propias y comparativas, por su belleza escénica y territorial y lo magnífico de su cultura, son las comunas que más desarrollo turístico han tenido y las que más inversión pública-privada han recibido en Aysén. Que sus comunidades dependen sustancialmente que sus municipios mantengan sus territorios libres de contaminación y de esa forma seguir la senda de la sustentabilidad territorial y ambiental.
Esta reflexión, muy lógica por lo demás, desde una visión aysenina del mundo rural que no es lo misma que se puede tener viviendo en Coyhaique o Puerto Aysén, se está transformando con el pasar del tiempo en la nueva gran batalla que se está gestando en la región y tal como sucedió con HidroAysén, promete ser dura, reflexiva y larga. Pero ayudará a que seamos una región más consciente y empoderada de lo que somos, lo que queremos y debemos ser de acuerdo con la historia regional y el legado que dejaron los colonos, que en sí mismo es un poderoso avance ante una batalla que debe darse, sin lugar a dudas, por la sustentabilidad del territorio ante los intereses extranjeros que pretenden usufructuar de Aysén. Tal como en su momento, fue la lucha por una Patagonia Sin Represas. En la actualidad, clamar por un Aysén Sustentable por sobre todas las cosas, se ha transformado en el nuevo cántico de batalla por el futuro regional.
El Senador David Sandoval Plaza se sacó la careta y optó como estrategia senatorial transformarse en el portaestandarte de las mineras y las salmoneras. Su postura no sorprende y es más de lo mismo, solo que ahora con la investidura de Senador toma más realce. Desde que era Alcalde de Chile Chico, posteriormente de Cochrane y Coyhaique, ha sido representante de las transnacionales en la región y eso que dice ser por sobre todas las cosas un nacionalista-regionalista. Es imposible olvidar que el Senador Sandoval Plaza, fue un hostigoso y tenebroso defensor de HidroAysén en su momento, a pesar de todas las irregularidades que ostentaba el proyecto energético y que la intención destruía la proyección de las comunidades del sur de Aysén. Todos sabemos que en el mundo político nadie hace defensas corporativas por amor al arte y eso puede responder por qué el Senador ha tomado esa posición. Desde que fue elegido en la Cámara Alta, Sandoval Plaza tomó el bastión de las mineras y las salmoneras, pero esta vez con la garantía de contar con la tranquilidad de tener 8 años asegurados en el Congreso y lograr que Aysén se transforme en una región minera y salmonera y sin importarle la destrucción y la contaminación que este mundo productivo ofrece.
La semana pasada anunció, orgullosamente por Twitter, que está realizando gestiones con el actual Ministro de Economía para profundizar el lobby minero y salmonero en el gobierno, para transformar las comunas de Coyhaique, Ibáñez, Chile Chico y Lago Verde en una gran mina y que el litoral reciba más jaulas salmoneras.
Lo que complica de la visión del Senador, es que como diputado en el pasado y en la actualidad, no ha sido el salvaguarda de la región ante el mundo extractivista, que por lo demás desde siempre las transnacionales han querido hacer de las suyas en Aysén. Desde la década de los años ‘90, cuando un grupo de empresarios pretendió producir aluminio en el lago Yulton (Alumisa) en la comuna de Aysén.
La región ante el deterioro ambiental de las otras regiones del país, se ha transformado en la guinda de la torta para las transnacionales extranjeras, que ven a Aysén como un territorio sacrificable y eso es inconcebible para el legado que la región debe defender ante la realidad imperante en el planeta. Desde que entró al Congreso, David Sandoval Plaza nunca ha tenido la capacidad de garantizar el desarrollo sustentable para las comunidades. Es entendible que el Senador tenga una visión desarrollista y extractivista del futuro, pero otra muy distinta es pretender hacer caso omiso de las profundas y graves irregularidades que estas actividades extractivistas cometen en la región, irrespetando las comunidades y el medioambiente que es de todos y no solo de algunos; por actividades productivas que van en total perjuicio del desarrollo agrícola-ganadero que el Senador dice defender, que al no respetarse el medioambiente, termina destruyéndose el “sello verde” y la denominación de origen que todo producto aysenino tiene incorporado. Anulando el “sello verde” que caracteriza el futuro regional.
Por los malos manejos mineros que el Senador defiende con tanta fuerza y convicción, terminó costándole la vida a Jorge Sánchez Martínez y Enrique Ojeda González trabajadores de la Cerro Bayo Mining Company en el sector de Fachinal en Laguna Verde, precisamente por las malas condiciones laborales y ambientales, se les derrumbó la mina sobre sus cabezas. Aun en la actualidad, siguen desaparecidos. Por suerte el derrumbe no fue en un día laboral normal, de haberlo sido hubiera ocurrido una tragedia de proyecciones épicas y de grandes proporciones, con la pérdida de muchas vidas. Hacía rato que personalmente venía denunciando las pésimas condiciones laborales y ambientales con que la minera Cerro Bayo Mining Company (canadiense), y que venía interviniendo la Laguna Verde, al utilizarla como pozo de relave y dique de cola, y que se estaba contaminando el lago General Carrera, donde todas las comunidades costeras elevan agua para uso domiciliario.
Puse dos denuncias en Sernageomin, enfatizando que la mina trabajaba en una cuenca compartida con Argentina, que existía un tratado internacional firmado por ambas partes en 1991, que obligaba a presentar estudios ambientales antes de intervenir la cuenca y que organizaciones ambientales argentinas de la localidad de Los Antiguos, al otro lado de Chile Chico, estaban reclamando por la contaminación del lago General Carrera que decantaba en el lado argentino (Lago Buenos Aires). Se me respondió meses después, vía archivo adjunto a mi correo personal, donde me informaban que se había realizado una inspección de rutina y que todo estaba en orden. A raíz de la tragedia, se supo que la minera explotaba el subsuelo de la Laguna Verde sin el Estudio de Impacto Ambiental como obliga la ley vigente y que los procesos de seguridad no se respetaron. En ese entonces el Diputado Sandoval Plaza no dijo nada ante las irregularidades cometidas por la transnacional, cuando la principal tarea de un Diputado es fiscalizar y denunciar.
En el tema salmonero, la realidad es mucho peor que la minera que puja por entrar. Literalmente, esta actividad ha contaminado todo el litoral de Aysén con sus malos manejos ambientales, al no respetar las capacidades de carga y no ser fiscalizados como deberían. El año pasado, intervinieron la Reserva Nacional de Las Guaitecas, a las pocas semanas contaminaron la reserva al ir a morir miles de salmones. A eso debemos sumarle las pésimas condiciones laborales a la que son sometidos los trabajadores y que me constan. A pesar de todo esto, una vez más el Senador Sandoval Plaza, que se dice amante de la región, de su cultura, su gente y del territorio, no cumple con la región y no fiscaliza, dejando que empresas extranjeras destruyan el valor económico más preciado que tiene Aysén, que no es otro que la calidad ambiental y escénica del territorio aysenino, que es único a nivel planetario; que a fin de cuentas es lo único que tienen las comunidades para sustentar su sustentabilidad futura.
El Senador con su actitud irreverente, le ha dado la espalda a las comunidades del interior de la comuna de Chile Chico y Río Ibáñez. Habló de las localidades de Villa Cerro Castillo, Puerto Ibáñez, Río Murta, Río Tranquilo, Puerto Bertrand, Puerto Guadal, Villa Mallín Grande, Fachinal y Chile Chico, al no reconocer que la actividad turística en la actualidad es la base de sustentación social y cultural de las comunidades. El Senador no sabe, por lo que se ve, que la actividad turística logró que ese mundo rural al que le ha dado la espalda, pudiesen salir de la pobreza y del ostracismo producido por la asociación de Chile al Mercosur durante el Gobierno de Patricio Aylwin, donde de un día para otro se perdieron los poderes compradores de lana y ganado en pie para faenación. Que ahora, gracias al turismo Aysén como un todo se ha reposicionado con un valor inconmensurable a nivel planetario en materia ambiental y que le está dando buenos dividendos a la región, reflejado en la esperanza y en optimismo con que las comunidades ven el futuro en la actualidad.
Es inentendible que David Sandoval Plaza siendo un joven universitario en 1984, llegó precisamente a la comuna de Chile Chico y que, indudablemente, debió haber vivido en carne propia la profunda crisis existencial producida por la erupción del Volcán Hudson y la pérdida de los poderes compradores de lana y ganado un año después al asociarse Chile al Mercosur, no defienda los intereses del interior como corresponde haciendo que el mundo minero respete el medioambiente y no se haya transformado en un representante real de los intereses de las comunidades.
Aysén, por cierto, debe estar abierto a todo tipo de desarrollo productivo, eso es innegable, y no hay duda que la minería y la salmonicultura deben poder estar en la región y contribuir con su visión. Pero ese formato productivo no puede pasar por encima de los intereses ambientales, sociales y culturales de los pobladores que se han introducido en la actividad turística, poniendo en duda la sustentabilidad de la región y el futuro al que tienen derecho todos los ayseninos.
Por eso pregunto: ¡¡¿Qué le pasa Senador?!!
Muy acertado analisis de don Andres Guillmore.Analiza con respeto pero tambien con firmeza la actuacion del Senador Sandoval.Seria muy valioso que el Senador despejara cualquier sombra de duda o sospecha de algun compromiso con las empresas mineras y salmoneras que le llevaran a defender ciegamente sus potenciales emprendimientos y para ello exigir en cada proyecto el total cumplimiento de la legislacion respectiva,cosa que en Chile lamentablemente se incumple. Hay que tener presente que cualquier loco puede quemar con un fosforo todo un bosque o destruir ecosistemas unicos como en el caso de aysen.
Por el deteriorado prestigio del parlamento,el Senador Sandoval debe despejar toda sombra de duda en su relacion cin las mineras y tambien con las salmoneras.
Leopoldo Sanchez Grunert.
Ex diputado por Aysen.