Teniendo 2 consejeros regionales, cada uno primera mayoría en su provincia, 5 concejales en 5 de las 10 comunas de la región, y llegando a ser el 28% del electorado de Aysén, no nos podíamos ir para la casa.

 

 

Hemos vuelto a la DC, a nuestros orígenes, nuestra álma mater…

 

Tras la expulsión de Adolfo Zaldívar, el año 2007 por la cúpula partidista, fuimos muchos quienes lo seguimos, en un acto de lealtad a toda prueba. Fundamos el Partido Regionalista de los Independientes (PRI), llegando a constituir la tercera fuerza política en  nuestra región, después de la Alianza y la Concertación. Tras  la muerte de su líder, el PRI quedó a la deriva, siendo presa de mezquinos intereses centralistas, con profundas diferencias irreconciliables con nuestra región .

 

Teniendo 2 consejeros regionales, cada uno primera mayoría en su provincia, 5 concejales en 5 de las 10 comunas de la región, y llegando a ser el 28% del electorado de Aysén, no nos podíamos ir para la casa. Tenemos una responsabilidad con  la gente que nos apoya,  que al igual que nosotros, es de clase media, humanista cristiana y de valores moderados.

 

Nuestra llegada, y la mía en particular, se hace al solicitar, y por ende, se expresa la voluntad individual de reincorporación de un ex militante, en forma humilde, sin aspiraciones ni solicitando cargos, sino que con la intención de obtener un espacio para poder seguir contribuyendo en el desarrollo regional. Y lo hacemos como cualquier ciudadano, sin privilegios, pero con la diferencia que volvemos a la DC con un bagaje de experiencia que nos dan algunas campañas en el cuerpo. Queremos contribuir, queremos seguir siendo actores y no espectadores, de esta gran obra que es Aysén.

 

Como era  de esperar, nuestra reincorporación no estaría exenta de polémica, dado que la Democracia Cristiana, es un partido con deliberación  y con diálogo.  Hemos sido recibido con alegría, como la que tiene el padre que recibe a su hijo pródigo. Y a algunos les ha molestado, sobre todo a aquellos que se han quedado en el recuerdo del fragor electoral, que legítimamente se debe dar en todas las elecciones. La invitación que hacemos, es fijarnos más en lo que nos une, que en lo que nos separa.

 

Y tenemos muchísimas cosa que nos unen, sobre todo nuestra visión del mundo y de la humanidad. Los valores de la Democracia y de la Libertad con Responsabilidad, nos permiten plantear que las reformas necesarias para nuestro país, deben ser sobre lo construido. No somos partidarios de la «retroexcavadora».

 

Queremos contribuir en reforzar el centro político. No somos de derecha ni tampoco somos de izquierda, pero si compartimos una visión de desarrollo, que la Presidenta Bachelet mejor representa, tal como el crecimiento con equidad, la defensa de los Derechos Humanos en su totalidad y la nivelación de la cancha, en términos de igualdad  de oportunidades y en derechos, sin discriminación, sobre todo a los chilenos que viven en las zonas mas apartadas de nuestra región.

 

Por eso y por mucho mas, hemos vuelto a la DC, con la intención de seguir contribuyendo junto a miles que piensan igual, en el desarrollo de nuestra amada Patagonia.

 

 

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