Un papel clave en toda sociedad es ocupada por las mujeres. Las ayseninas sabemos bien lo que es el rigor. Nuestro esfuerzo y valía permitió que las primeras generaciones se asentaran en la formación de esta región.

 

 

Por María Francisca Rojas C.
Directora Sernam Región de Aysén

 

Hace unos días, 2 noticias positivas para las mujeres fueron dadas a conocer a la opinión pública: la primera es la aprobación en el Senado del proyecto de ley que modifica la jornada, descanso y composición de la remuneración de los trabajadores y las trabajadoras en casa particular. La segunda corresponde a la misma situación; esta vez, en la Cámara de Diputados con el proyecto que crea el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. Ambos hechos están íntimamente ligados porque la nueva institucionalidad se encargará -entre muchas otras problemáticas- de abordar las brechas de género. Una de ellas guarda relación con el uso del tiempo que constituye una de las dimensiones fundamentales de la vida humana.

 

La calidad de vida depende de lo que hacemos y podemos hacer. La importancia del uso del tiempo deriva del hecho que el bienestar de un individuo no depende sólo de su ingreso o consumo, sino también de su libertad sustantiva para usar el tiempo.

 

Sin embargo, la evidencia muestra que no existe libre disponibilidad sobre el tiempo. En la vida cotidiana las personas están sujetas a diversas restricciones que limitan esa libertad, en donde la organización social del tiempo condiciona el bienestar de las personas, lo que queda de manifiesto al observar las diversas brechas existentes, especialmente entre hombres y mujeres, pero también entre el mundo urbano y rural, jóvenes y adultos y entre otros colectivos humanos.

 

Un papel clave en toda sociedad es ocupada por las mujeres. Las ayseninas sabemos bien lo que es el rigor. Nuestro esfuerzo y valía permitió que las primeras generaciones se asentaran en la formación de esta región. Actualmente, son varias las restricciones que tenemos las mujeres para hacer uso de nuestro tiempo, restricciones asociadas al ámbito familiar, laboral y los roles asumidos que configuran el espacio y actividades que podemos realizar.

 

Como Sernam, recientemente organizamos junto al INE un seminario cuyo objetivo fue precisamente visibilizar las brechas existentes en el uso del tiempo, tanto en el trabajo remunerado como no remunerado, instalando una mirada integral sobre esta temática, considerando que habitualmente los análisis se efectúan sólo observando lo que ocurre en el espacio laboral tradicional. El disponer de un diagnóstico más global respecto al uso del tiempo y las brechas existentes, nos debiera permitir generar políticas públicas más integrales en apoyo al funcionamiento familiar y propiciando la equidad de género, tema transversal en el Programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. El evento tuvo una convocatoria de 120 personas, lo que manifiesta que en la institucionalidad pública existe interés por ser parte de la respuesta como Gobierno de Chile en resolver las inequidades en la Sociedad.

 

 

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