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COLUMNA EPD: A ver, a ver, ¿Y tú, quién eris…?

Qué pasaría  si le digo que al salir de su casa, mejor deje su nueva y moderna cédula de identidad ahí mismo, en la mesa, en el velador,  y sencillamente salga así no más,  feliz por la vida, incluso si va a una marcha. Bueno, parte de ello es lo que propone un creciente grupo de activistas en España, donde las detenciones ilegales de la policía nacional, son el tema habitual…

 

Por Claudio Díaz Peña (*)
cdiaz@elpatagondomingo.cl / @claudio_diazp

 

 

 

   Ayer se presentó en Coyhaique la nueva cédula de identidad que entrará en vigencia en Chile en septiembre próximo.

   Esto me recordó cuando en 1998, finalmente se derogó la detención por sospecha, que podían ejercer las policías, una figura que se consideró simplemente incompatible con un Estado de Derecho, y que fue utilizada profusamente durante la dictadura de Pinochet.

 4 años más tarde, en enero de 2002, se modificó la legislación estableciéndose el  “control de identidad’’, esto especialmente ante el reclamo de Carabineros.  De esta manera, la cédula u otro documento personal oficial cobró relevancia, incluso cuando se considere que existen indicios que una persona cometió un delito o se apreste a cometerlo, se puede proceder al registro de vestimentas, equipaje y el vehículo del sospechoso o sospechosa.

   Pero, qué pasaría  si le digo que al salir de su casa, mejor deje su nueva y moderna cédula de identidad ahí mismo, en la mesa, en el velador,  y sencillamente salga así no más,  feliz por la vida, incluso si va a una marcha.

   Bueno, parte de ello es lo que propone un creciente grupo de activistas en España, donde las detenciones ilegales de la policía nacional, son el tema habitual con motivo de las manifestaciones de los parados, o cesantes, y especialmente de los indignados que semana tras semana se congregan multitudinariamente en las calles de Madrid.

     stopidentificaciones.org  es el sitio web de esta campaña que argumenta que el requerimiento de la policía a identificarse, se ejercería actualmente con un sentido de represión. Señalan que se trata de una coacción ilegitima, una practica arbitraria y que busca silenciar las protestas ciudadanas…

    La campaña de dejar la DNI en la casa, como se denomina el carné de identificación en Europa, busca visibilizar una práctica policial que de otra forma seguiría en la normalidad, en lo habitual, sin debate, sin discusión…

    Casos de jóvenes manifestantes detenidos y maltratados, son considerados en España como una retención ilegal e incluso “secuestro policial”, sólo por el hecho de no tener identificación o no querer identificarse.

   Pareciera que en países donde las detenciones ilegales comienzan a aflorar y a pronunciarse con fuerza, son los mismo en que se presentan mayores manifestaciones ciudadanas.

  En Chile, la semana pasada, el joven Cesar Reyes, de 17 años, fue detenido por la Policía de Investigaciones, tras la marcha estudiantil del jueves. El joven que cursa cuarto año medio en el Liceo Barros Borgoño denunció haber sido “secuestrado” y objeto de torturas y apremios ilegítimos de parte de los funcionarios policiales.

     Ayer, una nueva denuncia se conoció, y que afectó a una observadora de Derechos Humanos, identificada como Stephanie Muñoz, quien habría sido retenida y subida a un vehículo, durante 2 casi horas para luego ser liberada.

  Usted podrá pensar o creer con justa razón que estas detenciones ilegales, o retenciones, son una sensación, o casos aislados, y que basta no marchar o evitar manifestarse para no pasar estos mal ratos.

   Pero fíjese que un informe de la Defensoría Penal Pública de Chile señala, que el número de detenciones declaradas por los jueces de garantía como ‘ilegales’ aumentó un 140 por ciento en los últimos 2 años. De 1.2007 en 2010, pasó a  más casi 3 mil (2.892) en 2012.

   Con carné, cédula o identificación, obviamente, la detención a un ciudadano o ciudadana es grave si es sólo por manifestarse, y es que atenta contra uno de los pilares de la actual legislación que promovió y promueve la reforma procesal penal, introducida hace más de una década, y que es garantizar los derechos de las personas. Incluso si se es culpable de algún delito.

   Lo que ocurre en España, por estos días, revela que la ley no puede estar ajustada para las policías, que al final del día tienen por misión proteger a los ciudadanos, no a los gobiernos.

   Pero es precisamente el gobierno, como ha sido la tónica en innumerables oportunidades, es el que ha salido a defender a las policías en estos.

   ¿Qué está pasando? ¿Es una falta de criterio,  excesivo celo policial o derechamente una forma de amedrentar durante las manifestaciones?

   No le quepa duda que en las próximas horas, una vez más el argumento irá por el lado de que los jueces son benevolentes, o que los fiscales no hacen la pega, todo para justificar que lo único que se busca es terminar con esa “puerta giratoria” de la delincuencia, que tanto se prometió y que nunca se ha cumplido, argumento que por lo demás ha servido para violentar a quienes se debe proteger: los ciudadanos.

 

 

(*) Es Periodista y Director de Contenidos de EPD Comunicaciones Ltda.

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