Critican votación de senadores pro Carretera Eléctrica que favorece a HidroAysén
La votación en sala y la posterior discusión en particular del proyecto de Ley serán claves para hacer la diferencia entre un proyecto a la medida de HidroAysén o uno que responda a las reales necesidades energéticas de la ciudadanía.
Diversas organizaciones ambientalistas y ciudadanas condenaron el actuar de los senadores de la Comisión de Minería y Energía del Senado, Isabel Allende (PS); Baldo Prokurica (RN); Jaime Orpis (UDI) y Carlos Kuschel (RN) (en reemplazo del senador Carlos Cantero), quienes aprobaron la idea de legislar el proyecto de carretera eléctrica pública, este miércoles. El senador José Antonio Gómez (PRSD) se abstuvo.
La votación se produjo a pesar de los llamados públicos a rechazar el proyecto, transformándose en un pésimo precedente del actuar de la comisión senatorial, debido a la ausencia de consideraciones ambientales y realidades locales en el proyecto de ley.
Bajo este nuevo escenario la directora ejecutiva de Fundación Terram, Flavia Liberona, señaló que “es impresentable la aprobación de la senadora por Atacama, Isabel Allende, cuya región tiene conflictos con el proyecto Punta Alcalde y quien junto a los senadores Cantero, Gómez, Rincón, Horvath y otros integra la Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria de Energía, que promueve una reforma energética sustentable para Chile, para no seguir consolidando la concentración en el sector como es el propósito de este proyecto de ley del gobierno”.
La representante de Terram, adelantó además que se hará un fuerte trabajo centrado en los senadores para revertir esta decisión que demuestra que algunos parlamentarios claramente están alineados con un mal proyecto que favorece a los grandes empresarios, “pareciera que algunos piensan repetir la experiencia de la ley de pesca, donde primaron los grandes intereses económicos de forma transversal”, precisó Liberona.
“Si bien faltan todavía la votación en sala en general del proyecto y luego todo el proceso que implica revisar temas en particular, artículo por artículo, esta votación se realizó en ausencia del representante del Instituto de Derechos Humanos, lo que era muy importante para entender los alcances de ignorar la participación de la dirigencia indígena, tal como lo establece el Convenio 169 OIT”, recalcó Teresa Montecinos de Chile Sustentable.
UN MAL PROYECTO
Para el presidente de Ecosistemas y coordinador internacional del Consejo de Defensa de la Patagonia, Juan Pablo Orrego, “esta ley, tal como está planteada es una ’ley HidroAysén’, que más allá de pretender solucionarle el problema de transmisión a este mega proyecto, es absolutamente funcional al paradigma mega, oligopólico, arrasador al que nos oponemos masivamente”.
“Justamente lo contrario de la transmisión que necesitamos como país, con sistemas por macro zonas, compatibles con la generación distribuida, que realmente sirvan a las energías renovables y que desconcentren el sector transmisión”, agregó el ambientalista.
El presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén (Codesa), Patricio Segura, enfatizó “este Parlamento no da para más. Los parlamentarios no escucha a la ciudadanía, legislan para las grandes empresas y no transparentan el lobby que hay detrás de estos proyectos en contra de regiones completas y el bien común. Luego, cuando los chilenos y chilenas que quieren un país mejor se movilizan, reclaman que se están pasando a llevar las instituciones. Las instituciones las destruyeron ellos cuando dejaron de responder a las necesidades de la gente, a quienes se deben”.
“El llamado es a que recuerden, los ayseninos y chilenos no queremos este tipo de proyectos, y lucharemos contra ellos, porque es la tierra donde vivimos”, puntualizó el dirigente.
Para las organizaciones, el rechazo desde la comisión era dar una señal potente en la Cámara Alta de que se trata de un mal proyecto, dado que no facilita la inyección de electricidad generada con ERNC a los sistemas interconectados y que tampoco beneficia a los consumidores, quienes deberían pagar casi el 75% del costo de la infraestructura de transmisión (comparado con el 20% que existe hoy), subsidiando a las empresas eléctricas con cargo a las familias chilenas, en definitiva, ganancia para un pequeño grupo de megaproyectos de generación de inmensos impactos ambientales negativos, ubicados en la Patagonia chilena, como HidroAysén.
Publicado por Rocio Avendaño Seguel./ Fuente: Coalición ARV
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