Columna EPD: «Control de Daños»
El conflicto de Aysén en vías de solución. Sin duda la coyuntura queda atrás; pero también queda en evidencia, que el gobierno en Aysén, no pudo con el problema… ¡la cuenta por favor!
Por Jorge Díaz Guzmán (*)
jdiazguzman@elpatagondomingo.cl
En medicina, cuando un paciente severamente traumatizado, con heridas múltiples, llega al hospital, el médico de turno sabe que se requiere una cirugía denominada de “control de daños”, para asegurar la supervivencia del traumatizado. Tal es la situación que enfrenta el gobierno en la región: un equipo de seremis que sin recibir ni un garrote, ni efectos de las lacrimógenas, resultó con traumatismo múltiple.
Desde que asomara el conflicto con los pescadores artesanales a fines del año pasado, luego con la ciudadanía de Aysén en plena época estival y luego de manera transversal en toda la región, ya en el mes de marzo, el gobierno en la región tuvo siempre falta de motricidad fina, con problemas evidentes de tiempo y distancia, en sus labores de contención.
El seremi de Economía nunca detectó el enojo de los pescadores artesanales por el anuncio de la reforma a la Ley de Pesca. Tampoco la gobernadora de Aysén leyó que la Cámara de Comercio y la alcaldesa de Aysén solidarizarían con Iván Fuentes y el equipo político local. Menos se dimensionó que un conflicto sectorial -de los pescadores de Aysén-, alcanzaría ribetes regionales y por añadidura los regentes del Palacio de La Moneda, nunca imaginaron que el levantamiento de Aysén llegaría al gabinete presidencial y a la testera del Congreso Nacional. Nadie leyó el fenómeno que se gestó en un modesto barrio de Puerto Aysén.
Esta miopía social indujo a que la intendenta de Aysén no pudiera «escanear» adecuadamente el conflicto, que los subsecretarios y ministros se equivocaran en el diagnóstico y que el Presidente quedara «fuera de la foto».
La pregunta que surge es ¿quien hará la cirugía de control de daños?, de lo contrario, el próximo estado, como también lo dice la medicina común, será pasar a la etapa de exanguinación, es decir, perder la vitalidad de manera extrema, algo que sería muy grave para un gobierno que aún debe enfrentar un segundo tiempo.
(*) Es Comunicador Social y Director Ejecutivo de EPD Comunicaciones Ltda.