Crónica “Después D” – Jueves 28 de abril 2011
¿Reforma Universitaria o de Mercado?
Por Jorge Díaz Guzmán
jdiazguzman@elpatagondomingo.cl
Escucha el programa Después D – Jueves 28 de abril 2011
A muchos le llamó la atención que entre los lienzos y proclamas que mostraban los estudiantes universitarios, que iniciaron hoy una movilización, por los valores de los aranceles, créditos universitarios y otras aspiraciones; señalaban “Reforma Universitaria Ahora”. Este concepto que marcó a muchas generaciones en la década del ’60, es una demanda mayor, que en su momento fortaleció y en otras dio origen a la autonomía de las principales universidades del país, y promovió grandes transformaciones sociales en América Latina y también en Europa. Pareciera exagerado para los tiempos que corren, a no ser que estemos ad portas de un movimiento, que efectivamente esté dando cuenta de una crisis mayor de la educación superior de nuestro país.
En los ’60, existían solo universidades del Estado, con una reducida masa estudiantil. Hace 50 años era un privilegio llegar a la universidad, hoy en cambio, existen sedes en prácticamente todo el país y la oferta de estudios superiores, más bien tiene un sentido de mercado que académico, señalan destacados ex rectores de las universidades clásicas.
Los movimientos universitarios cuando han tenido sustento social, ideológico y vinculado a un proceso de transformación estructural de la sociedad, han logrado influir de manera sustantiva en los grandes cambios sociales a nivel mundial.
La pretensión del movimiento universitario actual, señalan sus dirigentes, es generar un gran debate nacional en torno a la educación universitaria del país.
Algunos estudios del movimiento universitario vinculan el concepto de Reforma Universitaria, al proceso social y político ocurrido en los años 60, incluyendo el mayo francés del 1968, y el movimiento pacifista y por la libertad de expresión que se generó en la década de las revoluciones, y aquella acción de los estudiantes de la Universidad de Berkeley, en Buenos Aires, Montevideo y las norteamericanas, incluyendo México, por cierto.
Sin duda que son las universidades, el centro del conocimiento de nuestra civilización y la incubadora de los grandes líderes sociales. Desde sus campus y aulas surgen, no sólo las ideas renovadoras, sino que también, quienes debieran marcar los procesos políticos de nuestros países.
En el Chile de los ’60 y ’70, y como resultado de las demandas estudiantiles, de la elección del rector y demás autoridades (decanos) se realizó lo que se denomina claustro pleno, donde toda la comunidad universitaria (docentes, estudiantes y no docentes), en todas los planteles estatales, discutieron el destino de la educación superior del país, medida que quedó suspendida el 11 de septiembre de 1973, cuando se designaron a los rectores y demás autoridades de las casas de estudios superiores, cuestión que en parte se modificó partir de 1990.
Fenómenos parecidos se han vivido en diversos países, donde el autoritarismo ha querido frenar el ímpetu libertario de los estudiantes, entre esos, está China y Corea del Norte, y en nuestro continente, lo han vivido en los últimos tiempos, Venezuela y también nuestro país.
Así surge la pregunta: ¿estaremos en presencia de un movimiento universitario, que aglutine a todos los estamentos y se esté generando una nueva reforma de la educación superior? Para muchos, desgraciadamente, la educación superior es sólo un medio para asegurarse en buen nivel de vida futuro y no una contribución integral al desarrollo de la sociedad, en el ámbito económico, social y cultural.
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