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¿Cómo ordenamos Coyhaique?

Para  la ciudadanía es un tema lejano, pero comerciantes, empresas inmobiliarias y profesionales que trabajan con la ciudad han puesto en el ‘ojo del huracán’ la propuesta de un nuevo Plan Regulador. Dicen a coro que se requiere mayor discusión, consensuar intereses y proyectar la ciudad a largo plazo con reglas claras para que las inversiones y el ordenamiento urbano se consolide.

Por Equipo Periodístico EPD

 

   Podría decirse que el intenso debate que ha levantado el Estudio “Actualización del Plan Regulador Comunal de Coyhaique” 2010,  es necesario en una comuna que requiere modificar su mirada hacia las próximas décadas. Y es que este instrumento de planificación urbana debe saber interpretar por una parte las necesidades de la expansión urbana de la ciudad, regular el uso del territorio y buscar el desarrollo armónico de todas las actividades que se desarrollan en la ciudad capital de Aysén. Para ello se establecen audiencias públicas y procesos de  participación ciudadana para que los vecinos y todos quienes tengan observaciones las manifiesten, se discutan técnicamente, se acojan, rechacen o complementen.

   A 3 meses de iniciado el trámite público para zanjar el nuevo Plano Regulador, EPD conversó con diversas fuentes con el propósito de ilustrar las distintas posiciones en torno a este tema.

 

Transparente y participativo

 

   Lo primero que dice el alcalde de Coyhaique, Omar Muñoz, es que “el proceso ha sido muy participativo y transparente, los vecinos han tenido los espacios para opinar y hacer sus observaciones”. Destaca que la ciudadanía ha tenido gran interés por conocer la propuesta de un Plan Regulador y luego de hacer un consolidado de las 587 cartas con observaciones y propuestas, éstas se redujeron a 27 puntos.

   Muñoz aclara que la mayoría de ellas, unas 400, solicitaban un parque urbano con ciclovías para la ciudad. Respecto de esa solicitud vecinal señala que “ha sido acogida por el municipio y ya se tiene identificado el terreno donde se habilitaría el Parque Urbano, la idea -dice con entusiasmo- es  implementarlo en el sector aledaño al predio patrimonial de Coyhaique, ubicado en el sector Escuela Agrícola, muy cercano donde la Ogana proyecta su parque, por lo que se constituye un área destinada al cuidado del patrimonio y la recreación saludable de la comunidad. La idea es tener muchos espacios públicos con áreas verdes y de sano esparcimiento”.

   Sin embargo, representantes de gremios como el comercio, la construcción o el Colegio de Arquitectos abrieron la brecha disonante para evidenciar falencias e imprecisiones del proceso de actualización, argumentando incluso que no responde a las necesidades de la comuna.

     Sergio Marín Ugas, arquitecto y empresario de la construcción, dice que el trabajo desarrollado por la empresa consultora URBE, para la actual propuesta “ha sido muy poco prolijo, la consultora no se dio el suficiente tiempo de estudiar bien la realidad urbana de la ciudad, por consiguiente el producto final que entregaron y el que tendría que seguir el proceso de aprobación del Concejo Municipal, del Consejo Regional y de la Contraloría, es un producto deficiente, tiene bastantes problemas, en definitiva, la gran orientación que tiene la propuesta es hacer llegar terrenos rurales al límite urbano a objeto de que el Ministerio de la Vivienda disponga terrenos para hacer sus programas sociales. Porque mayores aportes en conceptos urbanísticos no se aprecian en el Plan Regulador, es más, si se analiza más técnicamente hay indicaciones que se contraponen (…) Me tocó participar en los distintos momentos en que la consultora URBE llamó a una supuesta participación ciudadana, y la verdad es que esa se hizo por cumplir el contrato no más, pero no se buscó un sistema donde la comunidad participara”.

Patricio Eva, presidente del Colegio de Arquitectos Coyhaique; Raimundo Cristi, empresario; y Sergio Marín, arquitecto.

   El arquitecto relata que una de las convocatorias con escasa difusión, se hizo a las 11 de la mañana. Llegaron 4 personas, que demostraron mucha voluntad para asistir a la cita, luego señala que esa es la diferencia con el proceso que ha llevado la municipalidad “donde si se ha notado interés del municipio, porque la gente participe en las audiencias públicas”.

 

¿Plan o Plano?

 

   La propuesta del nuevo Plan Regulador para Coyhaique es para algunos vecinos más una modificación del “plano” que de un “plan”, es decir, un cambio de dibujo de ciudad, que los más críticos asemejan a un bosquejo acerca de qué cara se le quiere dar a la capital regional.

   Para el empresario de la construcción Raimundo Cristi Saavedra, el proyecto que se presentó a la comunidad fue muy deficiente, donde se propone cambiar las reglas del juego en áreas donde se podían desarrollar proyectos inmobiliarios.

   “Sin mucho fundamento se dice, por ejemplo, que Hacienda Munilla y el terreno que continúa, que eran terrenos aptos para construir, ahora no lo son. Pareciera que no hubo un estudio y visita a  terreno. Otro caso: no se incorporó al plano, el sector de la reserva forestal y la respuesta del alcalde es que los vecinos del lugar no quisieron ser incorporados, entonces con el mismo argumento digo, no quiero que determinada área no sea parque, el sector El Verdín también. Sin embargo, los vecinos del lugar señalan que nadie les preguntó algo. Lo otro, la ciudad le sigue dando la espalda a los ríos. No entiendo cómo se incorpora como área urbana Lago Atravesado y se deja de lado Valle Simpson. Si hay que incorporar un sector alejado, es valle Simpson que tiene vía pavimentada. Por eso reitero una opinión que ya di, para mí la propuesta es mediocre. Lo que espero es que se recojan las observaciones para tener una ciudad más armónica y grata”, plantea Cristi.

   Desde la Cámara de la Construcción, Claudio Ojeda, señala que el nuevo plan regulador “deja fuera la instalación de un barrio industrial consolidado, abierto a las empresas y con acceso real a servicios básicos como electricidad y agua potable y de comunicación e Internet”.

  Otra de las falencias que considera Ojeda, es la ausencia de un “puerto seco”, es decir un gran estacionamiento de camiones como un impulso a la actividad industrial y como punto de orden, ya que muchos de estos vehículos de trabajo deben ser estacionados en sectores residenciales que no cuentan con los servicios necesarios para los choferes. A su juicio, estas carencias de espacios se dan debido a que existe un interés de dotar a la ciudad de un carácter turístico, dejando de lado el desarrollo industrial.

   El miembro del gremio de la construcción reconoce que el municipio ha estado abierto a recibir comentarios de diversos estamentos, pero les llama la atención que la consultora a cargo de la propuesta haya dejado pasar temas “mínimos” para un proyecto de este nivel, como en los que han reparado los integrantes de la Cámara de la Construcción.

 

Razones críticas

 

   “Debe ser muy complejo realizar un plan regulador, porque quedarán muchas situaciones no cubiertas y hay personas que tienen un sitio destinado a un uso y luego se lo cambian a otro destino. Yo creo que un plan debe abordarse por sectores, sin apuro, porque hay muchas preguntas sin responder, por ejemplo, el anterior plan duró casi 10 años y entre medio se hicieron modificaciones. Es decir alguien ‘metió las patas’”, opina el empresario local Carlos Vicentini Rogel, uno de los más críticos del presente proceso.

   Y es que considera que alguien hizo mal las cosas en el Plan Regulador anterior, que no queda claro por qué el alcalde presentó la modificación del seccional Ogana separado de la actual propuesta, reparos que asume como vecino y como empresario.

David Cladel, experto en planificación regional; Carlos Vicentini, empresario; y Alejandro Cornejo, presidente de la Multigremial Aysén.

   Comenta que “uno de los argumentos que se da para modificar el Plan Regulador de 1997, es que Coyhaique debe crecer, pero seamos francos y no andemos con vueltas y mentiras… Veamos ¿cuál es el crecimiento de Coyhaique en los últimos 10 años? ¿Un 5% en población, alguien me puede decir que es más? Nadie puede decir que es más, ¿qué es entonces lo que hace que necesitemos un nuevo Plan Regulador?”

  El empresario local agrega que también la autoridad comunal arguye que Coyhaique, tiene su potencial en turismo y comercio, “en turismo puede ser, y en comercio también, pero en esto último, somos la ciudad que más patentes comerciales per cápita tiene, sin considerar todo el comercio informal y los que venden en los servicios públicos y en algunos bancos (…) Otra cosa que me llama la atención, es ese pensamiento del alcalde, de ampliar la superficie de Coyhaique, desparramarlo, como si fuéramos un país rico, con todos los costos que eso significa en la red de servicios, pavimentos, etc., y por otra parte, el Serviu dice no tener recursos para pavimentar las calles que faltan, es una contradicción. Por lo tanto, ahí surge la gran duda, es como hacer crecer la casa cuando no está terminada, queremos hacer más habitaciones y aún no terminamos lo principal  (…) Tengo muchas dudas, no sé de dónde salió que el actual Plan Regulador quedó obsoleto, cuando aún no pasamos los 50 mil habitantes”, dice con vehemencia.

   Ya el alcalde Muñoz ha indicado que el nuevo Plan Regulador será sometido a consideración del Concejo Municipal en enero y al CORE en marzo, Carlos Vicentini es categórico.

    “Yo creo que el alcalde es una persona tozuda, que lo único que quiere es exhibir un nuevo Plan Regulador, no importa cómo esté hecho, porque desagraciadamente hay gente que no sabe que es un Plan, entonces cuando él nuevamente se presente de candidato a alcalde o diputado quiere mostrar esto como un logro y hay que tener cuidado, porque el alcalde es una persona porfiada, ya lo demostró, cuando el CORE rechazó la modificación del seccional Ogana, se le dijo que lo presentara con el nuevo plan, para que todo el mundo opinara, como se ha hecho en parte ahora, y no en un verano, donde se hizo una reunión con la unidad vecinal donde asistió una sola persona. Sin duda que en un proceso participativo real, ese recinto seguiría siendo área verde. Y quiero dejar muy claro, que como comerciante no tengo ningún inconveniente que ahí o en otro lugar hagan uno, 10 ó 30 malls, simplemente mi opinión es que ahí debió haber permanecido un área verde”, apunta.

   Otro frente crítico ha sido el Colegio de Arquitectos de Coyhaique. Su presidente, Patricio Eva Tapia, explica que si bien han tenido reuniones con el municipio y se mantienen abiertos al diálogo, no saben qué tanta acogida ha tenido el documento de 19 páginas, con fecha del 22 de octubre, que envío el Colegio al alcalde de Coyhaique.

   “Esto no fue una petición gremial. Por ejemplo, le dijimos al alcalde que ‘multiplicara por 5’ la densidad poblacional en el centro, eso significa mil 500 habitantes por hectárea, nos dijeron que había solo 600. Si esto no es una negociación, dentro de nuestro gremio 3 entes distintos hicieron una proyección y llegaron a lo mismo. El alcalde no tiene porque respondernos a mí o al Colegio, cuando se hace la salvedad de que está malo un punto del plano, automáticamente hay otros casos que también están errados. Si el instrumento sigue siendo malo después de un periodo entonces hay algo errado”, plantea Eva.

   Frente a la responsabilidad que le cabe a la consultora URBE, a cargo del diseño del Plan Regulador, el arquitecto añade que existen fallas en el sistema de cómo trabajen.

   “Esto no es sólo un tema de la consultora, aquí falla la contraparte. No se deberían haber pagado los costos de este estudio si el instrumento no está bueno. Quien contrata a la consultora tiene que saber qué pedirle”, opina.

   En cuanto al retraso de la aprobación del plano regulador hasta el 2011, el presidente del Colegio de Arquitectos de Coyhaique admite que es complejo lograr cambios sin voluntad política. “Si existe voluntad de todas las partes se logra, en todas las ciudades siniestradas en la zona central (por el terremoto) en menos de 6 meses se logró tener un instrumento que ordena a la ciudad”, ejemplifica.

   Otro factor político administrativo, recalcó el profesional, que se debe utilizar para configurar una ciudad son las ordenanzas municipales.

   “Nos encanta siempre exigirle a los privados, ¿y por qué no a los públicos? si lo primero es que la edificación pública sea similar, y hay que regular donde está. Eso lo dice el documento que enviamos al municipio. Si uno se va a las edificaciones públicas argentinas en la Patagonia, la edificación pública es similar y eso le da una identidad a la ciudad. Pero si los públicos no lo hacen, no puedo estar exigiendo a los privados ‘construya así o asá’”.

 

Identidad en riesgo

 

   Para el consejero regional por la Provincia de Coyhaique, Víctor Ojeda Barría, quien es integrante de la Comisión de Regionalización, Integración y Medio Ambiente (RIMA), el Plan Regulador debe responder a las necesidades de todos los integrantes de la comuna, debe proyectar la ciudad dando garantías de desarrollo a todas las actividades.

   “Hasta el momento el CORE no lo conoce y cuando llegue a la Comisión lo discutiremos en su mérito y pediremos los antecedentes técnicos, y también los procesos de participación ciudadana. Es muy importante que el nuevo Plan debe interpretar el sentir de la comunidad en su conjunto y no solamente de lo que un alcalde quiere o lo que plantea un estudio de una consultora, que generalmente no tiene un conocimiento profundo de las variables que la comunidad tiene”, añade Víctor Ojeda.

   Por su parte, el máster en Planificación Regional, David Cladel, encuentra puntos en común entre las observaciones entregadas por el Colegio de Aarquitectos y la Cámara de la Construcción.

   Uno de los temas es la falta la uniformidad en las construcciones de la ciudad, “las municipalidades tienen la oportunidad de emitir ordenanzas y muchas veces se usan para cosas básicas, no se aprovecha como instrumento para unificar líneas arquitectónicas como ocurre en ciudades como Pucón o Villarica. Esas ordenazas arreglan el ‘look’ que tienen las ciudades, los negocios, las casas particulares, las fachadas y los materiales que se ocupan. Hay que crear una estilo identitario de la ciudad, eso hasta ahora no se ha hecho ”

   Cladel resalta que en el futuro diseño tiene un impacto considerable el cómo se configurará Coyhaique, pero que el ciudadano medio no conoce mucho de este tema. “Pocas personas entienden lo que significa la zonificación, de hecho, mucha gente no sabe qué sucede con el plano actual y los impactos que tienen los cambios en zonas residenciales. Ahora en cuanto a zonas de riesgo, la gente debería preocuparse, ya no es algo que se decida políticamente, se dicta cuando se está cerca de una pendiente, de fallas telúricas y una persona que está en esos lugares debería estar preocupada. Eso es porque hay un déficit en los encargados que les dieron permiso de edificación en esos lugares”.

   El experto en planificación regional añadió que el cambio de plano regulador carece de una identidad a la cual aspirar como ciudad, “yo creo que en Coyhaique nunca se ha definido una identidad más allá de ‘territorio amable’ u otro. Este nuevo plano regulador no contribuye mucho, es más de lo mismo”. Sin embargo recalca que si no se aprueba este 2010, habrá mucho más espacio para crear un plano regulador de calidad.

   “Creo que el municipio ha atendido, por lo menos en la primera propuesta pública el alcalde y los concejales demostraron su capacidad de escuchar a la ciudadanía de buena manera. Se va a postergar la aprobación del plano para el próximo año, lo que me parece bien, cuando se habla de crear el marco del desarrollo de una ciudad a largo plazo, hay que contar con una herramienta bien construida”.

   EPD intentó obtener comentarios sobre este tema, tanto de la consultora URBE, como del seremi de Vivienda de Aysén, Nicolás Terrazas, o profesionales de su equipo sectorial; sin recibir respuesta alguna oportunamente para incluirla en el presente reportaje.

 

“El 90% de las observaciones están zanjadas”

 

   El alcalde Omar Muñoz recibió a EPD para referirse al avance del trámite de actualización y, particularmente, sobre cómo se han ido resolviendo las observaciones formuladas a la propuesta 2010 del Plan Regulador de Coyhaique.

Una de las observaciones que se han señalado es el cambio de algunas áreas que ya estaban con un uso definido y ahora se restringe el desarrollo destinado a la construcción…

   En lo general no hubo cambios, ya que casi todas las observaciones se recogieron, porque precisamente para ello es la instancia de participación. Nosotros entendemos que no se pueden cambiar las reglas del juego. Lo que pretendemos es hacer una propuesta a varios años y queremos que la gente tenga claro, dónde y en qué se puede usar cada sector de la ciudad. Había gente, que no estaban de acuerdo con hacer crecer el límite urbano, ya que la propuesta aumenta casi al doble el espacio destinado a la ciudad, nosotros creemos que se debe aumentar y para eso estamos dispuestos a llegar a un consenso. Lo mismo pasa con la densificación, también flexibilizamos la propuesta, aumentando a 5 pisos el sector céntrico, más la norma que establece lo que se denomina la “razante”.

Luego de recibir sendas observaciones técnicas de entidades como la Cámara de la Construcción o el Colegio de Arquitectos ¿usted las da por zanjadas?

   Los tenemos prácticamente zanjados en un 90% y aún quedan algunas instancias para discutirlo, pero se han resuelto casi la totalidad de las indicaciones.

¿Qué es lo más sustantivo que queda por resolver?

   Tenemos que ver cómo quedó en definitiva. Por ejemplo llegó una propuesta muy bien fundada de la Multigremial y la estudiamos en profundidad y dimos los espacios para que la gente opinara.

En esta fase de la propuesta, ¿existe alguna autocrítica del proceso?

   Siempre las cosas se pueden hacer mejor, pero creemos que se hicieron las observaciones y muchas se tomaron en cuenta. De las 587 cartas, 400 eran iguales, que solicitaban un parque urbano, el resto se traducen en los 27 puntos.

Existen diversos proyectos inmobiliarios, de establecimientos comerciales e industriales, que esperan el nuevo Plan Regulador, ¿cuál es el horizonte de tiempo que tiene el municipio para aplicar las nuevas normas de uso del suelo en la ciudad?

   Yo soy optimista en que resolveremos algunas observaciones que aun quedan para que el Concejo (Municipal) lo apruebe en el mes de enero del próximo año y  luego presentarlo al Consejo Regional para que sea aprobado en el mes de marzo…

 

Faltan revisiones técnicas

 

   El presidente de la Multigremial Aysén, arquitecto Alejandro Cornejo Barrales, opina que “mi apreciación es que a la propuesta le falta de algunas revisiones técnicas para ser presentado a las instancias de aprobación. Hay algunas conclusiones del estudio, que no consideran el uso eficiente del suelo, hay criterios de densificación, que no son los adecuados para una ciudad como Coyhaique. Este instrumento de planificación debe facilitar y potenciar la inversión privada y pública y no al revés, debe ser coherente con una ciudad que apuesta al desarrollo turístico y brindar mejor estándar de vida a todos los vecinos”.

   Por contrapartida, Cornejo rescata las conversaciones sostenidas con el alcalde y el Concejo Municipal, respecto que si el resultado de la propuesta efectivamente no cumplía con las expectativas, el proceso de participación ciudadana se iniciaba nuevamente “y eso creemos es importante, porque en el fondo habla bien, porque lo importante es que el Plan sea lo más reconocido por la ciudadanía y no una imposición desde la autoridad. Nosotros confiamos en la palabra del Concejo Municipal”.

 

“No hay impacto”

 

   Para la corredora de propiedades Eliana Bravo Soto, de la empresa Atria, los posibles cambios en el plan regulador de la comuna no le afectan. “Estos cambios nacen de un trabajo a conciencia y buscan mejorar a la comuna, los productos que ofrecemos tienen todos sus segmentos”, anticipa.

   Bravo destaca su confianza en el proceso de cambios al Plan Regulador, debido al involucramiento profesional en él. “Los productos (terrenos) han sido analizados en profundidad y nosotros confiamos en eso, y los clientes también pueden hacerlos, ya que basándonos en esos datos podemos entregarle información con las ventajas y desventajas de la compra, para eso existe el informe previo”. Respecto al cambio de algunos sectores a zonas de riesgo “hay que considerar las restricciones, cada zona no es para construir necesariamente viviendas, se pueden preparar áreas verdes para el embellecimiento de la zona o bien para equipamiento en la industria”.

   En cuanto a las instancias de diálogo con el municipio, la corredora dice que “existen acercamientos por temas que nos interesan como la construcción en altura y otros puntos, pero en general creemos que las decisiones de cómo se forma la ciudad lo toman los profesionales”.

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