Maestro Barros: un talento fiel a la Patagonia
Con 9 ñandúes de oro, un triunfo en Viña del Mar y varios premios de ventas en el bolsillo, el hijo ilustre de Coyhaique, Arturo Barros, sigue viviendo, creando y soñando en la Patagonia.
Por Priscilla Villavicencio C.
Pocos saben de los orígenes del maestro Arturo Barros, aquel hombre de cabello cano y piano incansable que pasa sus días en la Casa de la Cultura de Coyhaique, haciendo clases, dirigiendo el coro “Tierra Viva”, y sobre todo, componiendo lo que se ha convertido en una suerte de ‘voz aysenina’ hacia el mundo.
El talento de Tenomenecha
En una pequeña Balmaceda y entre una familia de 11 hermanos, nació el pequeño Arturo, un niñito que se escondía detrás de un árbol a tocar la guitarra, dice que por la educación “martinfierresca” de esos años en el sur del mundo, donde era mal visto que un macho tocara un instrumento. Antes de aprender a hablar, Arturo ya tocaba la guitarra, una vez que todos vieron el talento del pequeño, los familiares y amigos pedían que tocara y cantara, a lo que él respondía “teno menecha”, un balbuceo para “tengo vergüenza”, sobrenombre que lo seguiría por años.
Así, el Tenomenecha fue llevado a tocar a un hotel de Balmaceda, donde se hospedaba una delegación de músicos en tránsito, entre ellos los hermanos Campos, Hilda Sour y el renombrado músico chileno Arturo Gatica. Una vez ahí, humildemente interpretó El pájaro campana para los invitados, Arturo Gatica se acercó a él y le quitó la vieja guitarra con cuerdas de acero y clavijas de madera para entregarle su guitarra española, “era como tocar el aire”, comenta el maestro.
Luego de esto, la delegación asombrada con el talento del pequeño, acudió al ministerio de Educación, donde todos firmaron una petición para que el “Tenomenecha” se fuera becado a la Escuela Experimental de Educación Artística de Chile.
“Mejor el piano”
Aún sin conocer Coyhaique, el joven Arturo viajó a Santiago y comenzó sus estudios musicales. “Yo recuerdo que en la oficina hablaba la directora y preguntaba en que especialidad me inscribiría y mientras tanto afuera, aburrido, me apoyé en un mueble, este mueble tenía sonido ¡y me gustó!, me senté y empecé a tocar”, relata Barros mientras toca el piano recordando el momento, “me encantó, no me dolían los dedos, era más amplio”, agrega.
El fiato fue inmediato, Arturo abandonó la guitarra para entregarse al piano por los 10 años que duraba su beca, “11 años en realidad, me mantuve uno más por mérito”, aclara.
El músico comenzó sus estudios con el maestro Alberto Spiken, por 5 años, para luego continuar 6 años más con Oscar Gacitúa, alumno predilecto de Claudio Arrau. Durante sus años de estudio, Barros recorrió los clásicos y desarrolló una veta compositora, una vez que cumple 10 años de concertista en piano es invitado a participar en la despedida de año de canal 13, donde curiosamente a él le correspondió cerrar el año 1964, y a Arturo Gatica recibir el 1965, programa que curiosamente volvió a juntar a ambos músicos, tras décadas de haber tenido el primera vez contacto en la Patagonia Aysén.
Senda musical
Mientras estudiaba, Barros formó parte de los Nahueles, con quienes recorrió el país, volviendo a la tierra que lo vio nacer. Una vez en la Patagonia, le ofrecieron las horas de música del ahora Liceo Josefina Aguirre, y aún cuando su intención era reunir dinero para viajar a Europa, la necesidad del afecto materno, que fue cortado de cuajo al ser becado, lo llamó a quedarse. A esto se sumó otro importante detalle, “me enamoré”, confiesa riendo el músico.
De vuelta en Coyhaique, Barros continuó su carrera musical, ahora componiendo, así formó “Los trovadores del río”, con quienes ganó por primera vez el Festival Internacional de la Patagonia, historia que se repetiría varias veces con Los Lazos, con quienes además ganó la preciada gaviota, al obtener el primer lugar en la competencia folklórica en 1971 con el tema Viejo Puente.
Entre premios y cansancio
¿Qué es la música para Arturo Barros?
La defino como el cansancio y la angustia. Saliéndome de los léxicos me dije, me cansé de sufrir, ahora quiero música, la música para mi tiene un rol, sanador (dice con tono melancólico).
¿De todos los premios que ha recibido, cuál es el que recuerda con más cariño?
Es bien complicado, porque hay personas que critican a los seres premiados, ¡a ese le gustan los pergaminos, le encanta que le den pergaminos! Pero bueno, el que reclama lo hace hasta que recibe uno. Yo no niego los reconocimientos, a parte del trabajo que significa, los estudios y todo eso, piensa que uno se prolonga en sus hijos y en sus nietos, para ellos son todas estas cosas, la gaviota de plata, el disco de plata, los 9 Ñandúes de oro que hay, más otros premios, están en Santiago los tienen mis hijas.
De lo que recuerdo con más emoción, puede ser cuando me nombraron ‘hijo ilustre de Coyhaique’, estaba mi madre presente y todos mis hijos.
¿Y qué hay de su postulación al Premio Nacional de Música?
Se comenta que hay algo por ahí en camino, pero no podría decirte más, pero es algo que aprecio mucho, porque no fue iniciativa mía, fue iniciativa de personas que de verdad aprecian mi trabajo, yo leí cartas y algunas son realmente conmovedoras.
Maestro, luego de ya 50 años de música, recorriendo los clásicos y componiendo sus obras ¿la mejor música ya se hizo, o está por hacerse?
Yo creo que la mejor música para mí ya se hizo y se está haciendo, pero no está por hacerse, porque la tecnología está opacando lo más grande del ser humano que es la sensibilidad, la inventiva se está enturbiando, porque ahora dependemos de un botón, de efectos.
Cuidando lo mágico
¿Cómo ve a los músicos jóvenes chilenos?
Interesa más el efecto que el impacto emocional, incluso interesa más el efecto visual y auditivo que el emocional, y quienes quieran cubrir la emoción o la sensibilidad humana están muy errados, porque no puedes comparar las letras de ahora con las letras de antes, -contesta mientras toca el día que me quieras en piano y asiente con la cabeza- ahora es puro sexo o ritmo, garabato incluso, y eso no lo puedo llamar arte, lo puedo llamar causalidad de las casualidades, porque a veces rítmicamente se produce una casualidad, no un hallazgo estético.
¿Está perdido el rumbo de la música chilena?
Desorientado. Nos está invadiendo la informática, hasta en los juegos, los niños ya no inventan, no crean, en mi infancia era hermoso construirse un camioncito con madera de cajones de manzana (…) tenemos que ser más prístinos, más puros, más inmaculados. Los niños ahora te saludan y se van al computador, nosotros mismos: envíame la foto por Facebook, se perdió la carta, la escritura.
¿Hay una tarea pendiente de parte del gobierno para cambiar ese rumbo?
Sí, en los festivales. Poner ciertas condicionantes, atrapar lo que nos están quitando, abrazarlo, acogerlo, dejar la tecnología por su cuenta, que descubra la cura a enfermedades, pero no la esencia del hombre, su sustancia, su sensibilidad, su inventiva, su desarrollo se está destrozando y en consecuencia se está perdiendo hasta el amor, está siendo superior el interés, por eso yo cuido lo mágico.
¿Qué es lo mágico?
Respetar los vínculos con la tierra, con los hermanos, el paisaje de la Patagonia que quiero ver, jamás deja de alucinarme, aquí está lo mágico, lo soñador, lo enigmático, lo descriptivo ¡todo me refuerza la belleza de pensar! (…) la majestuosidad del frío, que nos hace ser más cercanos más tiernos, invitarnos a tomar mate, café, la estatura del aire, el vuelo transversal de la última fragancia, porque ya no quedan fragancias, sólo aquí. El lugareño en su bravura nos grafica, categóricamente, que la diferencia entre lo posible y lo imposible lo determina la voluntad humana, y donde no se puede amar hay que pasar de largo y si podemos amar quedémonos.
Con su obra ha rescatado gran parte del patrimonio histórico de Aysén, ha instaurado el “canto nuestro” y lo ha llevado por el país y el mundo, es una voz regional, ¿qué dice esa voz, que significa Aysén para usted?
Soy de tierras lejanas, donde el sol se pierde y el silencio habla, Aysén es donde la realidad supera la imaginación
¿Con qué sueña Arturo Barros?
Con que procuren que no se pierda la capacidad de amar en los seres humanos, los seres que estamos en este mundo y no dejamos un rastro marcado en la huella del tiempo, no sé para qué existimos -responde, luego se da vuelta y recita- “pero no estoy tan sólo, nunca podrán quitar el rastro de mi senda…”
Los Lazos
Sin duda, los lazos es el grupo más emblemático de la carrera del maestro, y “Cantata Aysén”, la obra más destacada de Barros. En 1996, el músico vivió la que define como una de las mejores experiencias de su vida, grabar la cantata con el coro polifónico de la Municipalidad de Coyhaique, Los Lazos y la Orquesta Sinfónica de Chile.
Reunir a Los lazos es otra de las tareas de Barros por estos días, y más que reunirlos, renovarlos, “estamos incorporando gente nueva, algún día nosotros no vamos a estar y Los Lazos tienen que seguir”, asegura el músico.
Tierra Viva
Los días del maestro hoy se ocupan fuertemente con el trabajo coral que realiza con la agrupación “Tierra Viva”, un coro que es dirigido por él y que, además, interpreta sólo creaciones de Barros. Éstas tienen que ver con el rescate de la cultura aysenina.
“El repertorio que llevamos no es un repertorio tradicional, toda mi obra esta inspirada en la colonización de Aysén, del canto a la tierra y eso lo trasladamos a los escenarios, entonces es muy novedoso”, explica Arturo, mientras relata orgulloso la reciente participación de Tierra Viva en el Festival Nacional de Coros. “Nos aplaudieron mucho, la gente recibe muy bien nuestro trabajo”, comenta, y además agradece el apoyo prestado por el alcalde de Coyhaique, la intendenta de Aysén y el Consejo Regional, quienes unánimemente apoyaron la participación del coro en el encuentro.
Historia de Éxitos
1969 Primer Lugar con el tema “Mensaje en la Patagonia” del cual es co-autor. Primer Festival Folklórico de la Patagonia (Chile – Argentina)
1970 Primer lugar Segundo Festival Folklórico Internacional de la Patagonia. “Los Lazos”, son invitados para grabar profesionalmente como Artistas Exclusivos, del Sello Alba RCA.
1970 El Conjunto Los Lazos dirigido por Arturo Barros M. recibe el codiciado “Disco de Plata” al resultar elegido Conjunto Revelación Folklórica Chilena (Artistas Súper ventas).
1971 Primer Lugar Género Folklórico en 13° Festival de la Canción de Viña del Mar. (defendiendo el tema “ Viejo Puente”)
1972 Por su aporte cultural a proyectando a la Región de Aysén es nombrado “Hijo Ilustre de la Ciudad de Coyhaique”, según Decreto Alcaldicio n° 34 de fecha 19 de Mayo de 1972.
1981 Recibe en el Teatro Municipal de Santiago el Premio por su Destacada Labor de Difusión como Director de la Casa de la Cultura del Parque Metropolitano.
1982 Primer Premio Concurso de Poesía a Nivel Nacional organizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo Santiago. Poema “Canción de Cuna Atrasada”. Homenaje póstumo a su Hijo fallecido Trágicamente.
1996 Graba en Santiago con el Conjunto “Los Lazos” y el Coro Polifónico Municipal de Coyhaique junto a la “Orquesta Sinfónica de Chile”, su Obra Mayor para Solistas Coro y Orquesta La Cantata: “Aysén… La tierra que quedó lejos”.
Felicito sinceramente a Priscilla Villavicencio C. por la excelente y emotiva entrevista a nuestro querido amigo y «profe» Arturo Barros Medina, quien lamentablemente no obtuviera el Premio a la Música Chilena Presidente de la Republica 2010 al cual postulaba y el que no dudamos en un futuro próximo, merecida e inobjetablemente recibirá. Nos correspondió felizmente el privilegio de ser testigos, hace ya 43 y 40 años respectivamente, de sus primeros logros artísticos, primero junto a nuestros también queridos amigos y compañeros de aulas «Los Trovadores del Río» y luego con nuestros también entrañables amigos los ya míticos «Los Lazos», junto a quienes escribió durante las décadas de los 70 y 80, las más brillantes páginas de la música de la región de Aysén y la Patagonia, logros los mismos, que están presentes en las dos cantatas hasta hoy publicadas. La primera de ellas «Aysén la tierra que quedó lejos» que espera desde prácticamente su publicación en cassette, el ser reeditada nuevamente y el que por fin, lo merece, sea mostrada a través de la región toda y sobretodo, dejando constancia en ella, de la fundamental y destacada participación tanto en el relato, los cantos y otros detalles que finalmente hicieron posible su edición, de otro gran artista coyhaiquino José Arturo Chávez Saldivia, el único de “Los Lazos” de la primera época que junto a su Director participó en todas las grabaciones en discos de vinilo del conjunto. Destaca además en la nota y en su más real y profunda dimensión, la exquisita sensibilidad de Arturo Barros M., ausente y con muy justificada razón, desde hace muchos años de los festivales de raíz folklórica competitivos del país, su altura poética y musical viva y vigente y su intransable defensa de lo mágico, no tienen cabida dentro de los pobres e insulsos esquemas faranduleros de hoy. Finalmente y en la esperanza de que ojala seamos escuchados, debemos decir ya que se encuentra en curso una recomposición de «Los Lazos», que además de los nuevos brotes de que habla su Director-fundador, existen «viejos» y hasta hoy irremplazables Lazos, como por ejemplo el gran bajo fundador Francisco Javier Riveros Araya, quien nunca dejó el grupo y que sueña y espera en su casa en la comuna de Puente Alto en Santiago, por un anhelado reencuentro, el que tarda ya 17 largos años.
Una vez más muchas gracias y para nuestro querido «profe» sin tiempo ni distancias, un gran y fuerte abrazo.
MUCHAS FELICIDADES MAESTRO POR TODA SU DESTACADA TRAYECTORIA. LE AGRADEZCO QUE AL CANTAR NOS ENSEÑE A INTERPRETAR CON SENTIMIENTO.
NUEVAMENTE MIS FELICITACIONES. ME ENCANTÓ SU ENTREVISTA.
Recuerdo a Arturo Barros tocando un piano de media cola o un cuarto de cola? en el Liceo Fiscal de Coyhaique 1973, qué increíble, tardes de invierno, fuego de leña y Arturo Barros tocando a Beethoven a media luz, todo el mundo callado soñando, el liceo tenía un piano! arendan, gracias maestro, la música con leña entra….
Ha sido un placer saber algo mas del maestro de Aysén, para mi se tendrian que juntar Los Lazos y regrabar las viejas canciones de la epoca, seria lindo poder escucharlos o verlos si es mejor.
Hermosa y merecida entrevista al Gran Maestro que tenemos la fortuna de tener en nuestra región. Aunque tuve dudas al comienzo con el título » No podrán borrar el camino de mi senda», fue reparado el error al final «No podrán borrar el rastro de mi senda». Errar es de humanos. Como primicia debo manifestar que pronto, en Diciembre, recibirá un obsequio del Santo Padre con motivo de la Misa de Aysén. Gracias Srta. Priscilla Villavicencio por permitirnos conocer la historia de un grande de la música.
Nos sumamos gustosos al comentario de PATO, ojala que nuestro querido amigo y «profe» Arturo Barros Medina se sensibilice y muy pronto porque los plazos inexorablemente se van acortando, mire un poquito para el lado y nos brinde el ya demasiado largo y esperado por muchos, reencuentro con las voces históricas de «LOS LAZOS» y porque no también como muy bien dice PATO, el aprovechar además la instancia para regrabar y recuperar para todos ellos, la totalidad del repertorio original, el cual como «lazo honorario» puedo decir y por cierto demostrar también, que está, existe y que falta solo el deseo y la voluntad de su Director para lograrlo, porque los muchachos y responsablemente doy fe de ello, solo esperan con nostalgia y ya en la madurez de sus vidas(la edad promedio de los primeros, con excepción por cierto del “Benjamin” José Arturo Chávez S. sobrepasó hace un rato ya los 60 años ) que el llamado alguna vez les llegue.
Que lindo todo…la historia, los comentarios, y es verdad…nadie podrá borrar el rastro de la senda de Arturo…y orgulloso también de ser parte de esa senda…o no Ricardo?…un abrazo a mi maestro
Gracias Maestro Arturo Barros Medina, por ser uno de los que ha dado a conocer la Region de Aysen a Chile y el Mundo a travez de su MUSICA…
FELICITACIONES !!!
INDISCUTIBLEMENTE Y A MI GUSTO, LO MAXIMO EN MUSICA EN AYSEN, SIN DESMERECER A IVAN BARRIENTOS Y JOSE ARTURO CHAVEZ, ENTRE OTROS, EN REALIDAD UN MAESTRO, QUE REALMENTE MERECE EL PREMIO NACIONAL DE MUSICA DE CHILE. DEBERIAS JUNTAR A LOS LAZOS, Y GRABAR ALGUNOS TEMAS TUYOS Y LATINOAMERICANOS. HASTA UN MEXICANO TENGO GRABADO POR UDS. ( ECHAME A MI LA CULPA ) Y SUENA REALMENTE BIEN UN ABRAZOTE DESDE SANTIAGO QUERIDO AMIGO MIO…..
UN TREMENDO ORGULLO, ESCUCHAR Y VER AL MAESTRO ARTURO BARROS, DONDE LA MAGIA DE SU MUSICA TRASPASA NUESTRA ALMA, FELICIDADES DESDE BALMACEDA…
Yo soy una de las afortunadas alumnas del liceo fiscal,ke pude disfrutar de la musica de Beethoven en esos dias con 23 grados bajo cero,con o sin leña, en el liceo, daba lo mismo cuando él se ponia a tocar…me siento privilegiada de haber sido su alumna.felicito a la persona que hizo esta entrevista al profe,me emocione hasta las lagrimas al leerla, gracias profe ,me sumo al comentario anterior, «sin tiempo ni distancia» Alicia soto
http://youtu.be/yZ3jlyQNeXc
Gran nota y lindos comentarios, conocí a Domingo Marquez y a su hermano Sergio, en casa de sus padres Don Manuel y Doña María Jesús ( en calle Moraleda ), por allá en el verano de 1976.
Viví su hospitalidad y aprendí a quererlos como grandes personas y hermosa familia.
Hasta el día de hoy converso con Sergio y añoramos tiempos pasados y hermosas vivencias.
Un gran aporte a la ciudad, la región y a la musica.
También conocí a otros integrantes del conjunto, Carlos , Arturo ( ambos ) Joquín,
Merecen ser reconocidos.
Desde Valdivia un abrazo.
Un GRANDE, a quien le están quedando » chicos » los galardones y distinciones locales ( en Aysén y Magallanes ) .- Si bien dicha premiación regional es muy importantes, ya es hora que se le postule para un premio mayor, de carácter nacional, como el Premio a la Música Chilena ( de la Presidencia de la República, o un Premio Nacional de la Dirección de Cultura.