Enfoque Regional

En Puerto Aysén jóvenes ‘rayan’ con la robótica

Por tercer año consecutivo, un grupo de jóvenes del Liceo San José UR, de Puerto Aysén, participará de una competencia de tecnología en Punta Arenas. Todos amantes de las ciencias, buscan seguir explorando dicha área. Hasta el momento mal no les ha ido. Han sido campeones en las 2 versiones anteriores.

Por Luis Avendaño M. / Desde Puerto Aysén

 

   Fanático de todo lo que tiene que ver con las ciencias, luego de estudiar algunos años de ingeniería en la Universidad Técnica Federico Santa María, Patricio Antimán regresó a Puerto Aysén. Hizo clases de física en el Liceo Raúl Broussaín y, posteriormente, pasó al San José UR.  Pero pronto le solicitaron que se dedicara a los talleres y dejó de hacer clases.

   Así comienza la historia del mentor de un grupo de jóvenes de dicho establecimiento educacional que han hecho noticia por sus destacados resultados en la competencia First Lego League Chile (FLL). Y que este sábado buscaban un nuevo triunfo en la austral ciudad de Punta Arenas. Una oportunidad que en agosto de 2008 descubrieron por casualidad.

   “El liceo me pidió que colaborara con charlas para el área de ciencias. A través de Internet buscaba científicos y apareció este concurso. No consideraban a Aysén, sólo a Punta Arenas. Mandé una carta preguntando qué pasaba si nosotros íbamos a Punta Arenas y les llamó la atención el interés. Nos entregaron la beca y siguen siendo nuestro auspiciador hasta ahora”, indica Antimán en referencia a IBM. Empresa vinculada a la tecnología, que al adjudicarles la beca les entregó 3 robot lego, mesas de juego (para la robótica) y la inscripción para la competencia.

Los campeones 2009, en Punta Arenas, junto a la mesa de juegos.

   Con los recursos disponibles y la competencia ad portas, hace dos años tenían que armar el equipo. Con los datos entregados por los profesores vinculados al área científica seleccionaron a los alumnos adecuados. “La primera motivación de los jóvenes era viajar, porque sabían que la beca nos exigía que teníamos que ir a competir a Punta Arenas. Luego cada uno empezó a motivarse por un área determinada”, recuerda el propio Antimán, que ahora desarrolla un taller de robótica todos los sábados por la tarde, de donde elige a parte del equipo para el campeonato. Aunque algunos son seleccionados directamente de las aulas, sin pasar por esa instancia extraescolar. “El criterio para elegirlos es que sean responsables, que tengan habilidad y les guste. Siempre se incluye al menos una mujer”, aclara.

   Con dicho apronte, pero sin experiencia y pensando que las diferencias serían siderales, participaron del primer evento. Sin embargo, dieron la sorpresa. “Primero pensamos que teníamos 0 posibilidades de ganar. Íbamos para buscar experiencia, pero finalmente lo logramos”, cuenta Nicolás Valle (17), integrante de aquella delegación.

   Una experiencia que quedó marcada a fuego entre los jóvenes, que recuerdan con alegría esa primera investigación, “fue la que más me gustó. Quizás por ser el primero. El tema era más amplio, más fácil de trabajar. Lo hicimos sobre la contaminación de la leña mojada y diseñamos un filtro que se le pone a los caños para reducir las emisiones de gas”, relata Valle. 

   Es que ese año el tema de la competencia era el calentamiento global, el 2009 fue el transporte y este año la biomedicina. Cada equipo debe realizar una investigación al respecto y también participar de la competencia de robótica (ver recuadro).

 

Un súper adhesivo

 

   Este año hubo recambio en el equipo. Los límites de edad exigían buscar nuevos alumnos. Uno que no estaba en el taller de robótica, pero que tenía condiciones para la investigación, era Matías Mena (16). “Este año el profesor me contactó porque el equipo tenía que reformarse totalmente y buscó alguien que pudiera encargarse de la investigación. Me buscó a mí y a Pamela Carrillo (13), de 7º básico”.

Con los líderes de la investigación ya seleccionados, lo siguiente era elegir un tema relacionado con biomedicina. Pronto llegaron al uso de adhesivos provenientes de los moluscos para la medicina dental. “Era lo que más se nos facilitaba. Sabíamos que había estudios científicos sobre este tema. Se relacionaba a grandes rasgos, no se hablaba de los dientes, pero nuestra investigación es visionaria, pensando en el futuro”, señala Mena.

Matías Mena, de 16 años, y Pamela Carrillo, de 13, lideran la investigación 2010.

   Pero además había razones prácticas para vincular un adhesivo a los dientes, “sabemos que sale muy caro ir a pegarse un diente o colocarse una prótesis. O hay gente que puede ir al dentista y se los pega, pero a los 2 ó 3 días el diente o la prótesis anda suelta de nuevo. Lo conocemos por casos cercanos”, reconoce el estudiante.

   Para saber más a fondo de las propiedades de dichos adhesivos, recurrieron a un par de expertos. La bioquímica Ximena Valenzuela les indicó artículos referentes al tema y les respondía sus dudas vía correo electrónico. Por su parte, el dentista Rafael González les explicó el funcionamiento de los dientes.

   Con esos datos buscaron bibliografía y fueron convenciéndose de las propiedades de los adhesivos que pueden extraerse de los recursos del mar. “Los pescadores saben que los mariscos son muy fuertes. Empezamos a buscar estudios hechos hace poco tiempo, del 2007, donde demuestran sus propiedades. Pegan súper fuerte, es inocuo, no genera daño a la superficie donde se pega, puede adherirse a madera, vidrio, plástico, teflón y una cantidad infinita de compuestos químicos”, cuenta Matías, con la misma seguridad que tradujo los textos gracias a su buen inglés.

   Además, agrega, “nuestro científico asesor, el dentista, nos explicó que el adhesivo no puede dañar una capa del diente llamada dentina, porque sino pasa a la pulpa. Si daña eso muere el diente. Pero estos adhesivos teóricamente no dañan la superficie donde se pega”.

   Con todos estos antecedentes piensan que con el paso de los años este tipo de adhesivos pueden tener un futuro prometedor. “A veces se cree que cuando se cae el diente o la prótesis es porque es malo el adhesivo o el dentista, pero este nos explicaba que es por la calidad del hueso. Los actuales adhesivos tienen una limitada fuerza, de 8 a 20 megapascales. Los adhesivos de mariscos superan con fuerza los 20 megapascalaes. Incluso en un artículo se menciona que podría usarse en embarcaciones, porque es resistente a la humedad”, asegura el novel investigador.

   Así, con esa convicción apostaron por su incipiente investigación en esta nueva competencia. Planteando una problemática y sus posibles soluciones.

 

Robot Pirinolli

 

   Es el nombre con que bautizaron al robot destinado a participar en el juego que incluye la competencia. “Está formado por piezas de lego y un ladrillo que controla todo. La idea es que el robot vaya realizando las diferentes pruebas y eso va sumando para el puntaje final. Mientras más pruebas uno haga, más puntaje tiene”, cuenta Rodrigo Navarro (13) antes de viajar, y quien junto a Matías Mena son los responsables de pararse frente a la mesa de juego para alinear y cambiar las piezas del robot durante la competencia. Algo similar a los pits de Fórmula 1, donde los mecánicos revisan y preparan el auto para seguir en carrera.

   Es que en 2 minutos y 30 segundos, el robot previamente programado debe realizar una serie de pruebas vinculadas a la biomedicina, que es el tema de la presente edición de la FLL. Hay que componer una pierna y con la misma hacer un gol, recuperar una camilla, reconocer células muertas, mover una especie de nervio, distribuir medicamentos y sacar una jeringa, entre otras acciones. Todo simulado a través de legos.

   Son 400 puntos si se logra realizar a la perfección todas las pruebas. Sin embargo, el escaso tiempo obliga a privilegiar las que son de menor dificultad. Por eso se requiere precisión y velocidad. “La alineación tiene que tener un punto fijo donde siempre lo vas a posar (el robot sobre la mesa), si lo giras un poco no va a ser lo mismo. Estas contra el tiempo, eso es lo más complicado, porque estás nervioso. Además, tienes que cambiar piezas y vas a tener un equipo compitiendo al lado”, cuenta Rodrigo Mayorga (17), que estuvo en ese lugar en las 2 ediciones anteriores.

   Con 2 equipos compitiendo al mismo tiempo, el robot previamente programado debe cumplir con su trabajo. “Tiene sensor de ultra sonido y de sonido. El diseño es único, cada equipo ve cómo lo programa. La base es lo misma que los otros años, pero se va mejorando”, asegura Mayorga. Algo que parece fácil, pero que un comienzo desconocían totalmente. “Dentro de los 2 años hemos aprendido harta programación y diseño. Fuimos autodidactas. Aprendimos con guías, videos, manuales y un monitor que vino a hacer una clase de programación, pero fue poco”, agrega Nicolás Valle.

 

Todos científicos

 

   Este aprendizaje va de la mano con su interés por conocer cada vez más. Es que cuando se les pregunta por su futuro, todos se ven ligados a carreras del área científica. Incluso, Matías Mena piensa en profesiones poco comunes, como ser astrónomo. Todo, ayudado por una experiencia que poco a poco irá marcando a nuevas generaciones de estudiantes del Liceo San José U.R.

   Con jóvenes sobre los 17 años, el equipo se vio obligado a renovarse. Pamela Carrillo (13) es hija de profesor y antes de ingresar al 7º básico de dicho establecimiento ya conocía de este selecto grupo. “No me costó tanto hacer las programaciones, pero no puedo hacer las mismas cosas que los que llevan más tiempo. Sé lo básico, pero quiero seguir”, adelanta.

   Misma realidad que Felipe Ascencio (14) y Franco Fortín (13), ambos de 8º básico, quienes ven en esta iniciativa algo más que conocimiento científico. “No solo aprendemos a programar, sino que cosas para la vida, conocemos más gente”, agrega Fortín.

   Y como no, si la competencia también obliga a tener contacto con un equipo extranjero para compartir experiencias. Este año lo hicieron con jóvenes de Barcelona, que están investigando sobre cómo administrar insulina sin jeringa.

   Conocimientos adquiridos que pretenden que en alguna oportunidad permitan ayudar al desarrollo de su propia comunidad. “Me gustaría a que los proyectos fueran llevados a cabo en Puerto Aysén, porque son pensados para hacerlos. Quizás no se han hecho por falta de interés de la autoridad o falta de recursos. Presentamos lo de los semáforos inteligentes (incluía semáforos solares y junto a las ciclovías formaron parte de la investigación que ganó el regional 2009) al Concejo Municipal. Les gustó harto”, cuenta Nicolás Valle.

 

 

La competencia

 

   La First Lego League (FLL) es una competencia internacional de tecnología para jóvenes que ya se ha realizado en 50 países, involucrando a casi 140 mil jóvenes. Con un sistema de robots de Lego Mindstoms, los jóvenes aprenden ciencia y tecnología en la práctica, desarrollando su creatividad y capacidad de investigar. Aparte de estimular conocimientos de ingeniería como la construcción y la programación, FLL tiene un fuerte enfoque en habilidades blandas como trabajo en equipo, comunicación, y habilidades verbales a través de la preparación de una presentación para la tarea de investigación.

  Cada año la FLL plantea un desafío dividido en 2 áreas: El Juego del Robot y la Tarea de Investigación. Cada equipo cuenta con un máximo de 10 jóvenes entre 10 y 16 años, guiado por un entrenador, y tiene 8 semanas para: construir un robot autónomo que complete misiones pre-diseñadas en 2 minutos y 30 segundos en el Juego del Robot;  Analizar, investigar e inventar una solución para el desafío anual; Crear una presentación inteligente acerca de la solución del equipo al desafío planteado y presentarla ante un panel de jueces.

   Desde el principio de la First LEGO League en Chile, la Fundación Mustakis ha participado activamente en el proyecto y a partir del 2009 se involucra como organizador de la FLL en Chile.

 

Van por el “Tri”

 

   Esta es la tercera oportunidad en que participan del torneo regional en Punta Arenas, donde compiten con 7 u 8 equipos de la zona. Luego, el ganador va a Santiago para participar en el campeonato nacional de la FLL.

   En sus 2 intervenciones, en 2008 y 2009, el equipo del Liceo San José U.R, que se denomina KYд 7.0, obtuvo el primer lugar en la Región de Magallanes. Después, en la capital nacional logró el 8º y 11º lugar, respectivamente. Además, participaron de un campeonato interescolar organizado por la Universidad Andrés Bello, en el cual obtuvieron el puesto 25, entre 200 competidores.

   Este año, además del apoyo económico de su liceo, el equipo está auspiciado por Inacap y Mainstream Chile. Sin embargo, para la edición 2011 están pensando en conseguir el apoyo suficiente para realizar la competencia en nuestra región.

   El 2009 ya se sumó un equipo de Villa O’Higgins, y en Coyhaique y Melinka existen robot para participar de la competencia. Por eso, Antimán cree que perfectamente se podría llegar a los 7 equipos, una cifra similar a la Región de Magallanes, lo cual permitiría proponerle a la FLL la posibilidad de realizar un torneo en nuestra región, evitando los altos costos de traslado hacia Punta Arenas. Incluso, por falta de dinero, el equipo aysenino nunca ha viajado con 10 jóvenes, el máximo de integrantes por equipo permitido por la organización.

   Este año el equipo lo conforman los 5 menores de 16 años (Matías Mena, Rodrigo Navarro, Pamela Carrillo, Felipe Ascencio y Franco Fortín), más los llamados “mentores”, que en este caso son dos jóvenes (Nicolás Valle y Rodrigo Mayorga) que sobrepasaron la edad límite, pero que también colaboran con el grupo.

3 comentarios en «En Puerto Aysén jóvenes ‘rayan’ con la robótica»

  • Felicidades muchachos del equipo de robótica del liceo San José UR, representan el futuro. Una vez mas han dejado el nombre de su region y su liceo en la mas alta esfera. Dar las gracias a su profesor don Patricio Antiman por toda su entrega para con los alumnos. Gracias muchachos.

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  • Patricio, al igual que tu soy sansano, y te felicito, porque estas logrando algo muchos deseamos, dejar alguna huella positiva, y ademas vives en una de las regiones mas lindas de Chile. Y felicitaciones a todos los chicos motivados por el aprender y entregar un aporte, quién sabe, quizás el próximo robot utilizado por la nasa en un viaje a otro planeta sea creado por ustedes, saludos

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  • Felicitaciones al equipo de robótica del Liceo San José U.R, y a la promoción del aprendizaje de tecnología usando la robótica. Es una tendencia fuerte en países desarrollados y da gusto leer que está ocurriendo en la Patagonia Chilena. Bravo por la iniciativa y perseverancia de Patricio. Notable.

    Saludos desde Alemania, con mucha nostalgia de la región.

    Alex

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