Monumento regional con espíritu Bicentenario
Lucharon años por conseguirlo. Luego de lograrlo ha sido fundamental para el desarrollo de Puerto Aysén. Por si eso fuese poco, también se ha transformado en el centro de manifestaciones sociales y en la imagen más fotografiada por los turistas. Razones de sobra para que el puente Presidente Ibáñez esté liderando la votación para elegir el ícono de la región en este Bicentenario
Luis Avendaño M. / Desde Puerto Aysén
“El pueblo pensó que todo el transporte hacia Chacabuco pasaría directamente a Coyhaique y Puerto Aysén iba a desaparecer”, parte contando el comerciante aysenino, Bernardo Quintana. Es que antes de su construcción la comunidad debió librar una dura batalla para tener el viaducto en el sector que ellos querían. A más de 44 años de su inauguración, nuevas manifestaciones se llevan a cabo, teniendo como centro su propia infraestructura, ícono de la conectividad regional
Resistió y resiste
Ya pasado los tiempos en que barcos de mayor calado llegaban a Puerto Aysén, era imperioso contar con un medio para cruzar el ancho río Aysén y dirigirse a Chacabuco, que se alzaba como el nuevo puerto de la región. La barcaza no cumplía con lo requerido. Los accidentes y las largas filas eran un problema sin solución para los habitantes de la ciudad porteña.
Un puente se transformaba en la mejor opción. Sin embargo, existían posturas divididas. Los expertos postulaban el sector de Puerto Dunn, ubicado a 4 kilómetros de Puerto Aysén. Por su parte, los pobladores solicitaban que el viaducto fuese construido en el otro extremo de la ciudad, en el sector La Balsa, zona muy ancha del río, razón por la cual era desechada por los ingenieros.
La presión social comenzaba a surgir. Los ayseninos temían que su ciudad no fuera parte de la ruta que los conectaría con el puerto, “fue una gestión, más que nada de las mujeres, del llamado Comité Aysenino”, relata el propio Quintana.
“La gente salía a la calle con pancartas y cantos. Además de algún versito en contra del Intendente, pero nunca con violencia”, agrega quien más tarde participaría de la inauguración, como director de la Segunda Compañía de Bomberos.
Y esta presión dio resultados. En 1956 el Presidente Carlos Ibáñez del Campo visitaba Puerto Aysén para determinar una solución salomónica. Ordenó medir la mitad exacta entre los dos puntos en cuestión (Puerto Dunn y La Balsa). Ahí se haría el puente. “El terreno era pésimo. En esos tiempos costó una fortuna. En el sector norte no encontraban nunca firmeza”, señala Quintana.
Dificultades que obligaron 10 años de trabajo. En 1966, bajo la presidencia de Eduardo Frei Montalva, se inauguraba el puente colgante de 210 metros de longitud. En ese momento, en su tipo, el más largo de Chile y el segundo en Sudamérica. Aunque, antes de su puesta en marcha, faltaba otra prueba que superar.
“La gente decía que la loza no iba a resistir el peso, que al primer camión que pasara se iba a caer. Eran tantos los comentarios que la empresa, para demostrar lo contrario, subió camiones cargados del principio hasta el final. Fueron cerca de 23”, recuerda Ernesto Quintana.
Imagen de Aysén
Varios años después, en 2007, volvió a mostrar su gran resistencia. No fueron 23 camiones, sino un gran sismo, de 6,2 grados Richter, el que puso a prueba su estructura. La imagen del puente moviéndose de un lado a otro quedó en la mente de todos los chilenos. Pero no sería la única vez que aparecería en las pantallas de los canales de televisión a nivel nacional.
El hecho de ser fundamental para la conectividad regional, siendo paso obligado para ingresar al puerto principal, lo ha convertido en objetivo estratégico de los manifestantes que quieren presionar al gobierno o al municipio local.
A tanto llegó esta situación, que el año pasado la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Rosa Navarro, le solicitó al entonces ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, el decreto que en 2002 declaró monumento nacional al puente Presidente Ibáñez. Todo, con el objeto de ir a la justicia ante nuevas tomas de su infraestructura.
Sin embargo, últimamente los diferentes sectores que buscan reivindicaciones sociales han evitado interrumpir el paso por el puente, buscando otras formas de manifestación. Es que tomárselo estaba siendo mal visto por la comunidad, que veía en dichos actos un agravio en contra de una infraestructura que ya es más que un puente, “forma parte de nuestra imagen corporativa. Es un paso obligado para los turistas. Potenciarlo es de interés no sólo comunal, sino que también de la Región de Aysén”, asegura la alcaldesa de Aysén, Marisol Martínez.
¿Por qué debe ser el ícono de la región?
Samuel Chong, director de Canal 40 TV Aysén: “Es parte del corredor bioceánico, nos une con Argentina. Es más que un monumento nacional, presta utilidad, tiene que ver con la conectividad con el resto del mundo. Además, por los encuentros y desencuentros que han ocurrido en él”.
Orlando Figuerola, director de Radio Las Nieves: “Es una imagen que está incorporada en el paisaje regional. Donde te metas está el puente relacionado con la Región de Aysén. Basta con entrar en Youtube para ver el terremoto que tuvimos el año 2007 y el puente es el que da la identidad de las características que tuvo el terremoto. Además, comunica y une la región. Los pescadores se paraban arriba del puente y dejaban parada la región. Así de importante es el puente. Es la imagen corporativa de la región”.
Sergio González, concejal de Aysén: “Debiera ser el ícono. Está dentro de la vía de ingreso a la región, desde Chacabuco a Coyhaique. Además, marca la unión entre las 2 riberas de Puerto Aysén, la primera ciudad capital regional. Si hay una forma de reconocer su importancia es elegirlo como ícono para el Bicentenario. Hay mucha gente que llega acá y es uno de los atractivos más fotografiados por los turistas”.
Es una gran obra de alta ingeniería, hermoso y majestuoso…, lamentablemente la página no menciona quién (es) construyeron este puente de estructura metálica/hormigón.