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Aplican nuevos usos a partir de las microalgas

Gentileza Diario de Concepción

   Cuenta la ciencia que las microalgas ayudaron a llenar la atmósfera de oxígeno hace más de 3 mil 500 años, gracias al proceso de fotosíntesis, las que además fueron parte fundamental de la dieta alimenticia de civilizaciones como los egipcios y los mayas. Ejemplo que hoy han seguido los chinos, quienes son los mayores productores de algas comestibles del mundo.
   En las costas de la Región del Biobío, asi cómo en gran parte del litoral del país existen las macroalgas, como el luche o el cochayuyo, alternativas alimenticias conocidas como “oro verde”. Pero actualmente estos microorganismos son foco de atención para diferentes utilizaciones: fertilizantes, biocombustibles, productos farmacéuticos y alimenticios.
   Es por ello que el investigador y ficólogo (estudioso de las algas) Gabriel Omotoghi fue a Tumbes para realizar un muestreo de algas nativas y observar sus propiedades, además de entablar los lazos con científicos de la Universidad de Concepción para establecer una línea de investigación.
   Omotoghi trabaja en Maitencillo en una planta productora de microalgas donde cultivan estos microorganismos, específicamente, las especies de Espirulina y Chlorella como alimentos funcionales, que contienen un 60% de proteínas con 18 aminoácidos y complejos vitamínicos B y E, que activan hormonas relacionadas con el metabolismo y generan la sensación de saciedad.
   Para el ficólogo “es fundamental impulsar la producción de microalgas para diferentes usos a nivel de alimentación: farmacéutica, biocombustibles, tratamientos y desalinización de aguas, ya que Chile puede llegar a ser uno de los países donde se pueda producir biomasa de microalgas para todos estos fines” dice Omotoghi.
  Sin embargo, el investigador cree que estamos en una primera etapa de una serie de procesos para proyectar una industria nacional de micro y macroalgas, que pueda ser una alternativa de desarrollo a la golpeada pesca artesanal, aunque se deben generar políticas públicas.
  “Hace mucho tiempo Chile ha sido una fuente importante de extracción de microalgas, pero como consecuencia se han devastado las praderas naturales, no invirtiendo en cultivos que no perjudiquen el ecosistema en sí”, explicó.
   Para Omotoghi, a mediano plazo se podría implementar la producción y cultivo de microorganismos debido a que “es una muy buena fuente alimenticia, fácil de reproducir. No es complejo para Chile que tiene los profesionales y las técnicas necesarias para implementar este tipo de cultivo”, asegura.

Como biocombustibles

   Pero esta experiencia de utilización de microalgas no es nueva en la Región del Biobío. El Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción junto a 2 empresas trabajan en el proyecto “Manejo biotecnológico de microalgas oleoginosas nativas para obtención de biodiésel”, que se encuentra en un punto medio del estudio, a cargo de la investigadora Patricia Gómez.
   El director alterno de la investigación, Cristián Agurto, dice que el proyecto ha consistido en varias tareas científicas y tecnológicas como el cultivo, selección y mejoramiento genético de las cepas nativas, para luego pasar a la fase de cosecha y extracción de aceite y convertirlo en biodiésel. Actualmente trabajan con la empresa Panaes, que posee una de las plantas productoras de microalgas en Iquique, y con Fame, que es la única empresa nacional dedicada a la producción de biodiésel.
  Para Agurto es totalmente factible emprender un proyecto de desarrollo de estos microorganismos, ya que las condiciones para el cultivo existen, debido a que la biomasa se genera y duplica diariamente. El biólogo marino aclara que la última etapa del proyecto consiste en escalar los procesamientos del fitoplancton y cree que se debe poner atención a esta disciplina como fortalecimiento de la actividad acuícola costera y de esta manera, trabajar biocombustibles sobre esta base y descartar la producción de biodiésel con alimentos como materia prima.

Beneficios y Comercialización

    Aquasolar Microalgas es una empresa creada en 2006 como un emprendimiento de jóvenes profesionales de Acuicultura y Diseño, conectados con el propósito de trabajar con las microalgas. La empresa se consolida en 2007 como Aquasolar Limitada y, desde entonces, ha ejercido el rol de proveedor de alimentos de microalgas para el consumo humano y animal.
   Las 2 especies con las que trabajan son la Espirulina y la Chlorella, las que comercializan en Chile y en el extranjero. Según Gabriel Omotoghi, el consumo de estos productos tiene diferentes beneficios para el organismo. Se cuenta una mayor energía y rendimiento cerebral, debido al alto contenido proteico de estos alimentos y a tener presentes estos nutrientes todo el día. Aporte para la neurotransmisión, favoreciendo la sinapsis.
   Otras de las propiedades son la inmunoestimulación con mayor actividad de células blancas y concentración de anticuerpos, además de protección al hígado y al riñón, con actividades antioxidantes y reducción de toxinas.

2 comentarios en «Aplican nuevos usos a partir de las microalgas»

  • Siempre me ha interesado el tema, fui profesor de ficología en la universidad autonoma de Sinaloa México,actualmente estoy en la acuacultura de camarón donde se depende bastante de la acción de las microalgas. Creo que los gobiernos deben apoyar estas investigaciones para resolver problemas de nutricion de la población e ir tecnificando más la actividad y no degradar cada vez más los ecosistemas, con procesos productivos que generan biomasa con un costo enegetíco muy elevado. Me gustaria compartir experiencias y información con ustedes.

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  • Buenas dias, soy estudiante de Ingeniería en Acuicultura, voy en 2º año y tengo que hacer un trabajo «Producción y uso de Microalagas» me interesaría mucho alguna información el tema y poder compartir alguna opinión del uso que cada vez es mas importante con ustedes.

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